10 consejos imprescindibles para despertar el amor por la lectura en un niño

Comencemos por la básico: no existe tal cosa como la edad indicada para comenzar a leerle cuentos a un niño. Se puede empezar desde el día en que nace el bebé ¡e incluso antes! Que nuestro pequeño aún no tenga dominio del lenguaje poco importa, pues desde el vientre lo arrullarán la sonoridad de las palabras y los delicados ritmos de la narración.

Es preciso entender la lectura como una introducción al mundo. Aunque tu bebé no entienda qué significa la palabra «alegría», el tono de tu voz, tus gestos, tu emoción, le harán sentir que algo muy bueno está pasando y que él también quiere formar parte de eso. De igual manera, lo que un niño identifica en un cuento como el lugar donde él y su familia se relacionan y pasan lindos momentos, muy pronto se convertirá en la palabra «hogar».

La lectura es un punto clave para desarrollar el lenguaje, la inteligencia y la imaginación en los niños.

Ahora bien, es comprensible que te preguntes por dónde empezar, cuál es el libro indicado y qué hacer para que tu hijo comprenda lo que le estás contando. Pero no te preocupes, con estos útiles consejos vas a lograr que tanto tú como tu bebé disfruten de los mejores momentos de lectura.

1. Todo a su tiempo

No esperes que tu hijo lea Moby Dick a las 5 años. Elegir la lectura acorde a la edad del niño es esencial porque de esto dependerá el éxito del libro. Para los bebés el libro debe ser una experiencia que involucre mucho más que la vista, permíteles que lo tomen entre sus manos, que jueguen con él y que se lo lleven a la boca. Por lo tanto, te recomendamos que busques libros de materiales que se presten para esto, como tela, plástico o cartón.

Asimismo, es importante que no te extiendas mucho en la lectura, cuando lees un libro también debes tomarte el tiempo para leer a tu hijo y entender cuándo es el momento de parar o de seguir.

Recuerda que para los niños más pequeños es difícil centrar la atención por mucho tiempo.

MRS. SRS. 1987

2. No hay prisa

Es normal que te angusties porque sientes que tu pequeño no está prestando suficiente atención a la lectura. Sin embargo, es un grave error acelerar el ritmo para concluir lo más pronto posible. Si te apresuras, el niño se perderá fácilmente y esto lo llevará a perder el interés en el libro. Continúa con un ritmo suave y permítele saborear las palabras.

Pasa las hojas lentamente, así el niño puede familiarizarse con las ilustraciones, no olvides que estas son tan importantes como el texto mismo.

3. ¿Acaso te gusta que decidan siempre por ti? ¡Permíteles escoger su libro!

Concederle al niño el poder de elegir el cuento que quieren leer es también una manera de respetarlo y creer en él. Tus gustos no son ni deben ser los mismos que los de tus hijos, por eso debes cederle el espacio para que sean ellos los que definan qué es lo que les gusta y qué es lo que les desagrada, qué les provoca leer cuando se sienten de determinada manera y qué riesgos quieren tomar.

4. Un lugar de donde elegir

Procura que la biblioteca de tu hijo esté a su alcance, de manera que él mismo pueda tomar los libros que le interesan. Después de todo, lo que se encuentra allí es de su propiedad: sus cuentos, sus historias, sus ilustraciones. Aprovecha también de incluir en este espacio revistas viejas o libros con fotografías.

Déjalos pasar la páginas a su antojo y que observen tranquilamente las letras y las imágenes.

Baby List

5. Leer es también libertad

Nunca le impongas a tu hijo la lectura. En el momento en que leer se convierte en una obligación se le abre la puerta al rechazo. En cambio, si el niño tiene la libertad de acercarse al libro cuando guste, comprenderá que se trata de una experiencia placentera. De igual forma, también debes permitirle que interprete el cuento a su manera, fijar un significado es tan contraproducente como sentarlo a regañadientes a leer.

¡No lo subestimes y escucha lo que tiene que decirte sobre su propia lectura!

6- Repite, repite y repite

Puede que al mes de leer todas las noches el mismo cuento quieras salir corriendo cuando tu hijo te lo pide de nuevo. Pero no pierdas la paciencia, el hecho de que el niño quiera escuchar una y mil veces la misma historia quiere decir que está deseando aprender más, conocer cada pequeño detalle. De esta manera, puede apropiarse del cuento, imaginar nuevos desenlaces y hacer acotaciones. Ya verás lo emocionante que resulta cuando te repiten muy orgullosos el texto de memoria.

Leerle el mismo cuento al niño de manera repetitiva también lo ayudará a acelerar el proceso de adquisición de vocabulario.

Ella Bella

7. Métete en el personaje

Si es de rugir ¡entonces ruge como el león más fiero! No te avergüences, tu hijo será tu público más fiel y disfrutará mucho más la lectura si le agregas drama al asunto. También puedes pedirle al niño que te ayude a caracterizar un personaje, sin duda le encantará llorar como un bebé gorila o retumbar el piso como un gigante furibundo.

Dejar que el niño interactúe con la narración es fundamental para enriquecer su experiencia lectora.

Baby List

8. Desconéctate

Cuando sea la hora del cuento olvídate de la existencia de tu celular o de tu ordenador. Una mínima distracción de tu parte puede hacer que el niño pierda por completo el hilo de la historia ¡y si el encanto se rompe, se acabó el libro!

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9- Los libros no son un castigo, pero tampoco un premio

La lectura no debe ser considerada una recompensa, por esta razón debes abstenerte de decirle a tu hijo que si acepta comerse los vegetales o irse a la cama temprano le leerás su cuento favorito. En ese caso, al niño le interesará más el beneficio extra que el libro en sí. No olvides que el fin es que se acerque al libro porque disfruta de la lectura, no porque le hemos impuesto un valor añadido de recompensa.

Escoge, en cambio, los momentos que te parezcan más apropiados, como cuando ya tu hijo está acostado y se dispone a dormir.

Womo

10. Lleva siempre libros contigo

Que la hora del cuento sea justo antes de dormir es muy beneficioso para el niño porque lo ayuda a fomentar el hábito de lectura y, por otro lado, la rutina lo hace sentir tranquilo y a gusto. Sin embargo, son muchos los otros momentos que puedes aprovechar para leerle una buena historia a tu hijo: en el pediatra, en el tren, antes del desayuno.

¡No te limites y haz que contar historias sea parte de tu vida!

Instagram

Cuando le lees un libro a tu hijo le estás demostrando que existen un sinfín de posibilidades, de nuevos mundos a los que tiene acceso gracias al lenguaje. La lectura tiene el poder de ampliar la realidad, de echar a volar su imaginación. ¡Y todo esto mientras compartes tiempo de calidad con tu hijo y creas momentos inolvidables que atesorará por el resto su vida!

El lazo que crea la lectura entre padres e hijos es invaluable ¡Comparte estos consejos para que sean muchos más los que se lancen a esta maravillosa aventura!

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