El cuidado de nuestros pies es muy importante y a veces cometemos el error de dejarlos de lado. Estos trucos son sencillos y quizás te parezcan extraños pero consentirán a tus piecitos que tanto hacen por ti cada día. Además tu calzado también te lo agradecerá, seguro que uno o dos te sacan de apuros.
1. Usa una lija para quitar la suciedad de las suelas de los zapatos y dejarlas como nuevas.
2. El bicarbonato de sodio es el mejor aliado para prevenir y eliminar olores de los zapatos y las zapatillas para hacer ejercicio.
3. La fécula de maíz, más conocida como maicena, es increíble para absorber el agua y la suciedad que mancha tu bonito calzado de piel.
4. Cuida tus zapatos de charol que tanto te gustan con un poco de vaselina y un algodón para los oídos
5. Haz desaparecer los rayones con una lima de uñas en tu calzado y prendas de piel y también en los zapatos de ante
6. Limpia tu calzado de ante con un paño húmedo en alcohol isopropílico.
7. Elimina manchas de sal y malos olores de tu calzado de piel con un poco de vinagre
8. Estira tu calzado demasiado ajustado con aire caliente y unos calcetines gruesos. Con un poco de paciencia verás los resultados
9. O también puedes hacerlo poniendo un par de bolsas llenas de agua… y después metiéndolos en el congelador (el agua se expandirá lentamente al convertirse en hielo y estirará tu calzado ajustado)
10. Un poco de desodorante en barra en los zapatos que te lastiman el talón
11. Une los dedos de en medio de tus pies para que los zapatos de tacón no te lastimen
12. Impermeabiliza tus zapatos de lona o tela frotando cera de abejas. Después pasa aire caliente con el secador de pelo para que desaparezca lo blanquecino pero permanezca la protección contra el agua.
13. Descansa tus pies sumergiéndolos en una bandeja con agua tibia y una bolsita de té ♥
14. Y recupera el blanco de tus tenis con un poco de pasta dental 😉
Tenía unos tacones de gamuza preciosos y nunca supe cómo limpiarlos adecuadamente. Eran preciosos. Como los arruiné pronto había evitado comprar otros así pero ahora que sé cómo mantenerlos perfectos debo ir de compras. Con permiso.