¡Hola! Ya llegó la señora de los aceites. Quizá recuerdas mi amor por el aceite de coco en el Top de mis aceites favoritos para el cabello, pues hoy vengo a hablar de él otra vez, pero no para usarlo en el cabello. Hoy voy a contarte por qué deberías poner una cucharada de aceite de coco en tu boca. No te preocupes, este remedio no engorda.
El aceite de coco es, además de aromático y lleno de nutrientes, conocido por sus propiedades antisépticas. Esto es gracias a dos componentes muy especiales:
1) El ácido láurico: El aceite de coco tiene una concentración alta de este componente (alrededor de un 50%). El cuerpo usa este ácido para destruir virus con una membrana de lípidos como el VIH, herpes, influenza y microbios como bacterias o protozoos como el giardia lamblia.
2) Ácido Cáprico: Es un ácido graso de cadena media presente en grasas saturadas y abundante en el aceite de coco. El ácido cáprico es un fuerte antiviral y antimicrobiano. Cuando es ingerido, se convierte en una sustancia que el cuerpo usa para combatir virus, bacterias y levaduras. También es usado como desinfectante de dentaduras.
Estos componentes benéficos presentes en el aceite de coco son especialmente beneficiosos para nuestra salud bucal, pues ayudan a eliminar la placa dentobacteriana y así evitar la formación de sarro, enfermedad gingival y caries, entre otros padecimientos. El truco que te voy a dar hoy es muy sencillo y ha sido usado en la India durante cientos de años como un remedio para mejorar la salud bucal desde antes de que existieran las pastas dentales o los cepillos de dientes modernos.
Lo único que necesitas es una cucharada de aceite de coco. Ponla en tu boca (si está frío al principio estará un poco sólido, quizá lo tengas que masticar un poco hasta que se disuelva completamente). Enjuaga cada rincón de tu boca con el aceite, como con cualquier enjuague bucal, pero por un periodo de 10 a 20 minutos. Después escupe el aceite (suele ser muy nutritivo pero esta vez evita tragarlo, pues estará lleno de las toxinas que acaba de limpiar), procura no desechar el aceite de coco ni algún otro aceite por el drenaje, pues podrían taparse las tuberías. Después lava tus dientes como siempre y notarás menor placa dental, aliento más fresco e incluso dientes más blancos.
Quizá 15 minutos suena como demasiado tiempo, pero si tomas la cucharada de aceite antes de meterte a la ducha, verás que este truco no te toma demasiado tiempo de la rutina diaria y los beneficios lo valen.
Como ves, las propiedades terapéuticas del aceite de coco van más allá de la estética y la nutrición. El aceite de coco estimula el sistema inmune, incrementa la resistencia a infecciones y destruye microorganismos patógenos mientras conserva un característico y delicioso aroma.
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