Todos tenemos en casa algo que queremos conservar siempre, porque tiene un valor sentimental que va pasando de generación en generación en la familia, trae a la memoria recuerdos imborrables de las vivencias compartidas a lo largo de los años. Esta familia italiana tiene uno bien preciado, el auto Ford Fiesta de su padre, para agasajarlo, sus hijos le pensaron en darle una sorpresa que jamás olvidará.
Carlo y su esposa Gianfranca, tienen siete hijos: Cristina, Mónica, Francesco, Massimo, Paolo, Valentina, Chiara y… hay un octavo llamado ¡Fiesta!,
Este Ford Fiesta blanco de 1978 adquirido por Carlo hace 38 años, es considerado como su octavo hijo, “El Fiesta ha sido una parte fundamental de nuestra familia. Mis dos hermanas más jóvenes y yo no solo aprendimos a conducir con el Fiesta, sino que mi padre nos trajo a casa desde el hospital al nacer en él”, afirma Paolo, de 34 años, el varón más joven.
“Sabíamos que el sueño de mi padre es que el coche vuelva a estar como nuevo. Ha estado ahí en bodas, vacaciones… es como un hermano o hermana más. Todo el mundo conoce nuestro coche. Somos la familia Fiesta”.
Todos los hijos de Carlo, con edades comprendidas entre 28 y 46 años aprendieron a conducir en el Fiesta que el compró nuevo en un concesionario cercano a su hogar en Sant’Ilario d’Enza, en la región italiana de Reggio Emilia. Es único, ha tenido y con 245.000 kilómetros recorridos empezaba a mostrar señales de deterioro.
Cuando hace dos años le diagnosticaron un cáncer a Gianfranca, los hijos deciden hacer realidad el sueño de su padre, restaurar el Fiesta de su padre, para que luciese todo su esplendor original y conseguir el estatus clásico y una placa dorada.
Para lograrlo, el vehículo debe estar compuesto en su totalidad por piezas originales. Lo más difícil era el tejido de los asientos, imposible de encontrar en Italia. La situación estaba por cambiar cuando fans alemanes del Ford Fiesta al enterarse de la historia de Carlo y su familia hicieron todo lo posible para encontrarlos.
La ardua tarea dio los frutos esperados y gracias a ellos se pudo conseguir los asientos con el tejido original para el Fiesta de Carlo y así cumplir el sueño anhelado de su padre.
La familia Tedeschi también fue invitada de honor en la presentación del nuevo Fiesta en el evento Go Further en Colonia.
Compartir su historia es reflexionar sobre nuestra familia y sobre el valor primordial de atesorar buenos recuerdos, no son las cosas materiales sino las vivencias que van a perdurar en el tiempo con cada generación.