El contacto directo de un recién nacido con sus padres deja una marca que solo se hace visible ante los ojos del alma y el corazón, es una marca de amor que fortalece no solo el lazo afectivo sino también la seguridad y la tranquilidad en el bebé, ayudando de manera definitiva a su desarrollo tanto emocional como físico.
En algunos hospitales el contacto directo es una práctica conocida como «piel con piel», como lo muestra esta fotografía que fue tomada en diciembre de 2008 en el Hospital Hvidovre de Copenhague.
Durante estos ochos años han llevado un mensaje muy claro sobre la importancia de esta maravillosa práctica.
Distintas organizaciones que defienden, promueven y apoyan los derechos de la familia han usado esta imagen acompañada de un texto explicativo de los beneficios tan maravillosos que tiene esta práctica.
El año pasado fue publicada por Forældre og Fødsel, una organización danesa defensora de la familia. Este año Nino Birth South Africa, ha impulsado la imagen al compartirla en su página de Facebook.
El contacto “piel con piel” se trata de una práctica sueca que invita a sustituir por unas horas al día el uso de la incubadora por el pecho desnudo de los padres de aquellos bebés que pesen alrededor de 700 gramos.
Uwe Ewald es un profesor sueco que recomienda que los bebés sean retirados de la incubadora y estén el mayor tiempo posible en contacto directo con sus padres.
Este método “piel con piel” ayuda a regular la temperatura del bebé, mejora el ritmo de su corazón, aumenta el oxígeno en la sangre, ayuda a minimizar las infecciones y favorece a la maduración del sistema nervioso.
¡Es realmente una práctica con muchos beneficios!
Anne Uth es la madre de los dos gemelos nacidos nueve semanas antes de tiempo y ocho años después considera que esto fue lo mejor para sus hijos, por todos los vínculos que se han creado entre ellos.
Esta gran familia compartió una foto actual donde aparece Henry Graham, el padre, Valdemar, el niño que acunó a sus hermanos y los gemelos Rebecca y Marius. La imagen emocionó a todos en el hospital y en las redes.
Es una práctica que debería ser incluida en todos los hospitales, es maravilloso que el bebé encuentre ese calor en la piel de quienes lo aman, haciéndole sentir que van a estar ahí siempre con él, cuidándolo y atendiendo sus necesidades.
En algunos lugares esta técnica se conoce también como “madre canguro”, considerándola como el mejor tratamiento para el completo desarrollo de los bebés prematuros o con dificultades tras nacer.
Es importante aclarar que los médicos son los encargados de evaluar cuándo un bebé puede salir de la incubadora sin que eso implique un riesgo para su vida porque requieren la conexión de alguna máquina para ayudar al funcionamiento de sus órganos.
Sin lugar a dudas, el “contacto piel con piel” ayuda al desarrollo del bebé y fortalece los vínculos familiares.
Sería maravilloso para los bebés que los padres le dieran continuidad a esta práctica en casa, tomemos este tiempo de sentir a nuestros pequeños piel con piel y hagamos de ese momento instantes mágicos que se verán reflejados en todas las etapas del crecimiento del niño. Compártelo.