Todos los días nos enteramos de un nuevo caso aterrador en las noticias, de esos que nos hace pensar en cómo es posible que exista gente tan cruel, tan mala e insensible en este mundo. Pero si bien es cierto que la maldad parece no tener límites, es vital recordar que el bien tampoco los tiene.
Así lo demuestra la historia de este bebé de Tailandia, quien fue víctima de un terrible ataque con un objeto punzo penetrante, pero que sobrevivió gracias a la ayuda de una mujer de la zona que lo rescató.
Ahora, este afortunado bebé está a punto de ser adoptado por una familia sueca, que lo espera con ansias y mucho amor.
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Kachit Krongyut, una granjera del distrito de Wangai, en Tailandia, estaba sacando a sus vacas a pastar cuando escuchó un sonido muy extraño que parecía una especie de llanto. Al acercarse, la mujer notó una irregularidad en la tierra; habían excavado y vuelto a tapar el hueco recientemente.
«Al principio, pensé que alguien había enterrado viva a su mascota, pero entonces vi que un pie pequeñito sobresalía», cuenta Kachit.
Fue entonces cuando la granjera se encontró con la escena más espeluznante que había presenciado en su vida: allí, tirado en la tierra boca abajo, se encontraba un recién nacido con cortadas que cubrían todo su cuerpecito.
«Traté de controlarme y pedí ayuda».
El bebé fue encontrado en una fosa bajo un árbol de eucalipto.
Sorprendentemente, el bebé estaba vivo y fue llevado de inmediato al hospital local, donde fue atendido y puesto a salvo. Allí, los doctores notaron que este pobre recién nacido tenía moretones viejos en su estómago, por lo que determinaron que había sido abusado y maltratado durante toda su corta vida.
La razón por la que el recién nacido no murió desangrado es impresionante. Según los doctores, la presión de la tierra de la fosa contra el cuerpo previno que el pequeño se desangrara hasta morir.
El esposo de Kachit, Pornchai, quien la ayudó en el rescate, confirmó que el bebé estaba enterrado en una fosa de 20 cm de profundidad. El granjero también notó huellas en el suelo y escuchó una motocicleta en las cercanías.
Gracias al testimonio de Pornchai la policía pudo dar con la madre del recién nacido, una mujer de 42 años, quien fue acusada por intento de homicidio y por abandonar a su propio hijo.
Con tan solo días de nacido, este bebé experimentó en carne propia lo que es el odio y la maldad más pura. Sin embargo, hoy en día su futuro se proyecta feliz y sereno: su recuperación ha sido casi total y una familia sueca espera con ansias el momento de poder adoptarlo y llevarlo a un verdadero hogar, donde nadie jamás podrá volver a hacerle daño.
Mirror / Daily Mail
Una persona que es capaz de herir a un niño es alguien sin escrúpulos, capaz de hacer cualquier tipo atrocidad. También está en tus manos que lo que le pasó a este bebé no se repita. No te hagas el desentendido ante ningún caso de abuso, comprende que una denuncia temprana tiene el poder salvar una vida.
¡Qué alivio que todo salió bien para este hermoso bebé! Comparte esta noticia con tus amigos y unan sus fuerzas para prevenir el abuso infantil.