Se trata del concurso de belleza más espectacular del mundo, un evento mucho más disputado que el Miss Universo. ¿El premio? Respeto y admiración… y la oportunidad de robarte el corazón de una nueva esposa.
Pero lo más interesante es que esta competición no es para mujeres, sino para los hombres de una tribu islámica y polígama llamada Wodaabe, un antiguo pueblo nómada de ganaderos que se consideran a ellos mismos las personas más hermosas del planeta.
La fecha más importante en el calendario wodaabe es el mes de septiembre. Momento en el que la tribu se reúne para celebrar el fin de la temporada de lluvia en el Gerewol, una suerte de festival muy especial.
Esta tribu pasa la mayor parte de su tiempo viajando en pequeños grupos familiares a lo largo del duro desierto de Sáhel, principalmente en Níger. Asimismo, los wodaabe pueden ser localizados en Camerún, Chad, Nigeria y en la República de África Central.
Los wodaabe practican la trashumancia, una forma de pastoreo que está en constante movimiento.
Después de caminar kilómetros durante meses a través del desierto árido, el Gerewol es la única oportunidad que tiene este pueblo para reunirse con los parientes lejanos, conocer gente nueva, tocar sus instrumentos, cantar y bailar. La locación de este particular encuentro suele mantenerse en secreto y solo se revela pocos días antes de que ocurra.
El Gerewol tiene una duración de 7 días.
De todos los bailes del Gerewol, el más llamativo e intrigante es, sin duda, el Yaake. Un llamado de apareamiento para que los hombres luchen por la supremacía sexual, mientras le muestran sus atributos al jurado.
Los preparativos son largos y complicados. Se pintan la cara con arcilla roja, delineador negro para resaltar lo blanco de los ojos y labial que hace juego para presumir de sus dientes. Finalmente, se colocan plumas blancas de avestruz en el cabello, lo que los hace lucir más altos. También se pintan una línea negra en la nariz para que se les vea más delgada.
Mostrar constantemente los dientes es parte del ritual, una mueca que podría parecer algo agresiva.
Los wodaabe invierten más de 6 horas solo en maquillarse, pero el tiempo lo vale: cuando se colocan unos al lado de los otro, frente a los ojos expertos de las mujeres, estos hombres se ven verdaderamente espectaculares.
Durante el baile, los concursantes se posicionan hombro a hombro y, lentamente, se mueven en círculos. Estos son juzgados por las 3 mujeres más hermosas de la tribu, elegidas, normalmente, porque sus padres ganaron Yaake anteriores.
El Yaake es el baile en el que el estatus de «dioses sexuales» de los hombres puede quedar grabado para siempre en la memoria de los espectadores, o bien, desvanecerse en la inmensidad del desierto.
Cada mujer elige a un ganador y estos son aclamados por el público. Mientras tanto, las otras mujeres de la tribu tienen los ojos bien puestos en aquellos que les gustarían que fueses sus próximos esposos.
En efecto, si el hombre les gusta, ellas pueden elegir ser «robadas» por él y dejar a sus esposos atrás, aunque claro que esto dependerá de la belleza y la habilidad del ladrón.
Aquellas que desean ser robadas esperan hasta que su hombre favorito les pase por un lado y, delicadamente, les dan un golpecito en el hombro.
El hecho de que las jóvenes observando el espectáculo tengan esposos no tiene ninguna relevancia para esta tribu, puesto que en los wodaabe, las mujeres poseen completa libertad sexual y tienen permitido tener más de un esposo (aunque no a la vez).
El primer matrimonio suele ser tradicionalmente acordado cuando aún son niños, a esta modalidad se le llama koogal, pero también pueden casarse por atracción y por amor, a esta se le llama teegal.
Los wodaabe consideran que los ojos brillantes, los dientes blancos y una nariz perfilada hacen a un hombre bello. El maquillaje se supone que debe resaltar esta belleza.
Las esposas se quedan con sus parejas hasta que quedan embarazadas, luego deben irse a casa de su madre donde tienen al bebé y permanecer allí entre 2 y 4 años, sin contacto alguno con sus esposos. Pasado este periodo de tiempo, tienen permiso de visitar a sus parejas, pero probablemente para entonces ya hayan perdido el interés en ellos y deseen ser robadas.
«Una mujer con un esposo feo va a tratar de escapar y si no lo hace, es porque realmente ama a su esposo» es algo común escuchar entre las wodaabi.
A diferencia de las mujeres, los hombres tienen un poco más de restricciones cuando se trata del sexo. No pueden decidir si una mujer se va o no con ellos e incluso es probable que sus propias esposas se vayan con otros hombres. Por esta razón, no todos dejan que sus parejas asistan al Yaake.
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