Chris Norton es un joven que con tan solo 18 años se rompió el cuello jugando fútbol en su colegio, esto ocurrió en octubre de 2010. Los médicos dijeron que tenía 3% de posibilidades de recuperar el movimiento de su cuerpo… Esta es su historia. ¡Te estremecerá!
Él era tan solo un estudiante de primer año de bachillerato jugando fútbol como pasatiempo.
Un día en el tercer tiempo Chris pateó el balón y cayó al suelo mientras escuchaba cómo le gritaban. Estaba muy confundido porque intentaba ponerse de pie, pero era imposible. No sentía las extremidades de su cuerpo. Los entrenadores se le acercaron a ver lo que pasaba y en un par de minutos llegó un helicóptero a llevarlo de emergencia.
A esa edad los chicos piensan que son invencibles, que nada puede pasarles. No puedo imaginar el shock que habrá sentido Chris cuando supo las terribles noticias. Le dijeron que tenía 3% de posibilidades de recuperar la sensibilidad por debajo de su cuello. Sin embargo, a pesar de la tragedia, él supo que tenía un propósito en la vida.
«Nunca sintió lo que le dijeron los médicos como una sentencia. No lo podía creer. Pudieron haber dicho que tenía 1 o 0% de posibilidades y aún así no lo hubiese creído. Mi personalidad es optimista, supe que iba a superar esto«, contó Chris.
El primer día después de operarse solo podía mover un poco su cabeza y sacudir su hombro izquierdo. Trabajó duro día tras día para recuperar poco a poco el movimiento. Iba a terapia cuatro veces a la semana, durante cinco horas diarias. En la primera sesión era difícil hasta sentarse en una silla.
«Nunca olvidaré lo que pasó después de cinco semanas. Tuve algo de sensibilidad en mis piernas pero no podía moverlas. Realmente quería mover una de ellas, mi dedo pulgar izquierdo sentía algo y pensé que podría lograrlo. Aún así, el doctor se negó a verlo porque sabía que no se estaba moviendo. Me engañaba a mí mismo pesando que lo lograría«, continuó Chris.
Pero una semana después, justo el día de Acción de Gracias logró mover el dedo que hace una semana lo había hecho sentir engañado y deprimido. El médico fue a verlo en persona y se sintió muy orgulloso del valiente joven.
Con el pasar del tiempo Chris logró levantarse solo de su silla. Las primeras veces tuvo que apoyarse mucho en la ayuda que le ofrecían, poco a poco ha necesitado cada vez menos apoyo para levantarse, ha trabajado muy duro para hacerlo solo. Sigue mejorando día tras día.
Chris conoció a Emily Summers después del accidente, en la universidad. Congeniaron rápidamente y han sido inseparables desde el primer día. «Es una chica muy especial. Me vio por lo que realmente soy. Después de estar en silla de ruedas la gente piensa en ti como ‘el de la silla de ruedas’, mientras que ella pudo ver al verdadero Chris«, dijo el joven.
Se propuso la meta de caminar en el escenario en el 2014 el día de su graduación. Cuando finalmente lo logró, en el 2015, estaba nervioso y emocionado. Le quería mostrar a todos lo duro que trabajó, tenía que concentrarse en cada paso. Su intención era establecer un punto: nada es imposible. ¡Y así lo demostró!
La vida de Chris volvió a cambiar… Pero para mejor. A sus 23 años, cinco años después del accidente, le propuso matrimonio a Emily y ella por supuesto lo aceptó.
Además, en su graduación pudo levantarse de la silla de ruedas y caminar hacia la multitud para aceptar su diploma. ¡Qué admirable joven!
Chris es el fundador de SCI SCAN Foundation, una fundación encargada de recaudar fondos para pacientes con problemas neuromusculares o en la espina dorsal. Si quieres hacer una donación, visita la página.
Él nos regaló una importante lección de vida, nos recuerda que no hay imposibles. ¡Comparte la historia de Chris con todos tus seres queridos!