Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, siete mujeres mexicanas son asesinadas diariamente y solo un 25% de los casos son considerados por las autoridades como feminicidios. Lamentablemente, este aterrador panorama parece estar muy lejos de mejorar y así lo demuestra el caso de Valeria, la niña de 11 años que fue asesinada el pasado jueves 8 de junio.
Lo que sucedió con Valeria ha indignado al mundo y con toda la razón. Cuando la niña se dirigía a casa desde la escuela junto a su padre, subió a una unidad de transporte público y, desde entonces, no fue vista de nuevo con vida, pues el chofer, un hombre de 43 años con antecedentes penales por violación, la secuestró, la violó y la asesinó. Pero la historia de Valeria no termina aquí: hoy su asesino fue encontrado sin vida en la celda donde se mantenía recluido. Puedes recordar lo que le sucedió a Valeria aquí.
El hombre que acabó prematuramente con la vida de Valeria se llamaba José Octavio Sánchez y fue detenido después de que las autoridades lograran dar con su paradero. Fue gracias a una investigación realizada en la que todos los choferes de transporte público que cubrían la línea que llevaba el asesino fueran interrogados.
En un comunicad, las autoridades aclararon que el «sospechoso» se encontraba en el Centro Preventivo y de Readaptación Social de Neza Bordo cuando fue encontrado sin vida y con una soga atada al cuello.
Esta es la furgoneta donde hallaron el cuerpo sin vida de la niña con la ropa interior bajada.
Proceso
Si bien el peligro que representaba este macabro chofer de autobús acabó en el momento en que él mismo decidió poner fin a su vida, aún son muchos los interrogantes que surgen de este caso y que urge sean contestadas. Una de ellas es la responsabilidad que durante tanto tiempo han evadido las autoridades mexicanas para resolver y erradicar los inacabables casos de feminicidio.
Lo que ocurrió con Valeria no es un caso aislado y son muchas las familias que, como los padres de esta niña, han acudido a los cuerpos policiales en busca de ayuda y no han obtenido más que apatía e incluso burlas.
«Mire, tiene 11 añitos, escasamente se puede defender», le repetía la desolada madre de Valeria a las autoridades, pero estos solo le respondieron que fuera a buscar a su novio o amigos.
Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México anunció que condena rotundamente el asesinato de Valeria y exige al Estado una investigación “exhaustiva e integral para evitar que el caso quede en la impunidad” y no solo respecto al asesino, sino a los servidores públicos que no atendieron debidamente la denuncia de los padres y que dejaron que el tiempo corriera cuando su trabajo era resguardar la integridad de la menor de edad.
La comisión también exigió explicaciones sobre cómo un hombre, a quien se le habían imputado cargos de agresión sexual en el pasado, tenía permitido trabajar como chofer de autobús.
Popular Resistence
¡YA BASTA! Ni una mujer más debe morir para que las autoridades comiencen a hacer su trabajo debidamente. Asimismo, es importante recordar que no podemos dejar todo en manos de los cuerpos policiales. El feminicidio es un problema que nos incumbe a todos y no trabajar en pro de su inminente erradicación es ser cómplice de asesinato ¡NO TE CALLES!
Comparte esta noticia, es urgente crear consciencia sobre este tema para que la historia de Valeria no se repita nunca más.