No cabe duda de que cuando Emma Fairbairn se imaginó ese emocionante momento en el que se tomaría por primera vez una foto con su hijo, jamás le cruzó por la cabeza que sería después de un terrible accidente de tránsito que le arrebataría la vida a su bebé aún no nacido.
Con apenas seis meses de gestación, el pequeño Flynn fue extraído del vientre de su madre ya sin signos vitales. Pero su joven madre no quiso despedirse de él sin antes retratarse a su lado, como cualquier otra madre orgullosa.
Emma, de 21 años, nativa de Pembrokeshire, Gales, tuvo un embarazo muy tranquilo y feliz. Esperaba con ansias la llegada de su primer bebé cuando una terrible tragedia dio inicio a lo que pronto se convertiría en la peor pesadilla de toda madre.
Todo ocurrió el pasado 25 de mayo, a las 11:40 am, cuando la joven se estrelló en su auto estrepitosamente.
«Emma sentía a su bebé pateando cuando iba en la ambulancia y mientras esperaba una cama en el hospital. Luego, a eso de las 3 pm, cuando le realizaron los exámenes físicos, pudo oír finalmente los latidos de su corazón, pero estos estaban muy acelerados así que le hicieron un ecosonograma», explica Jasmine McGinley, amiga cercana de Emma.
En el eco se comprobó que los latidos del bebé habían vuelto a la normalidad y todo parecía estar en orden para ese momento.
Al anochecer, Emma fue trasladada a otro hospital donde la mantuvieron en observación. Sin embargo, a las 10 pm, fue examinada de nuevo y esta vez no lograron escuchar los latidos del corazón del pequeño Flynn, por lo que le realizaron ecosonograma de emergencia.
Lamentablemente, para este momento el bebé ya se encontraba sin vida.
«Estas últimas 27 horas han sido las peores de mi vida. Ahora sé que Flynn se ha ido y que nunca podré verlo abrir sus ojos o llorar o verlo dar sus primeros pasos, nada…» escribió la destrozada madre.
«Su pobre cuerpecito no fue capaz de soportar el dolor o el estrés del terrible accidente y no hubo nada que yo pudiese hacer para salvarlo, cuando se suponía que mi cuerpo estaba hecho para mantenerlo a salvo».
Pero Emma quería despedirse apropiadamente de su bebé y honrar su memoria compartiendo sus fotos, como lo habría hecho cualquier otra mamá en una situación normal. Para ello, el pequeño Flynn fue conservado en una cuna refrigerada, lo que le permitió a la acongojada madre pasar dos días más a su lado.
«Me fue de mucha ayuda», explica Emma. «Para mí, él era el bebé más hermoso del mundo y yo solo deseaba compartir lo precioso que era con todos, tal como lo hacen el resto de las mamás con sus bebés».
Ninguna madre debería pasar por una situación tan espantosa como la que atravesó Emma, quien, para esta fecha, aún debería esperando la llegada de su bebé. No obstante, es muy grato saber que esta desolada mamá encontró una manera de aliviar su dolor y de darle un último adiós a su pequeño ángel.
Esperamos que reciba la fortaleza necesaria en tan duro momento. Comparte esta estremecedora noticia.