Cuando una mujer tiene un bebé por primera vez, es normal que la embarguen muchas dudas y preocupaciones sobre qué hacer o cómo actuar en diversas situaciones.
Sin embargo, existe algo muy especial que es parte de nuestra naturaleza y que pondrá sobre la mesa las respuestas más certeras e inesperadas: se trata del instinto maternal.
Aunque esto es algo que no está comprobado científicamente, son muchas las mujeres que pueden dar fe de dicho llamado de la naturaleza y una de ellas sería, sin lugar a dudas, la oficial Mónica Quijón, una mamá que no lo pensó dos veces antes de ofrecerle su propio pecho a una bebé que llegó llorando, muerta de hambre, a la dependencia de policía.
Los hechos tuvieron lugar en Esquel, Argentina, cuando el pasado sábado en la noche una pareja, que llevaba consigo a una bebé de meses, hizo su entrada en la dependencia policial de la localidad cordillerana. El turno le correspondía a la oficial ayudante Mónica Quijón y fue ella quien atendió la queja de esta familia.
En un informe redactado a sus superiores, la oficial Quijón explicó que cerca de la medianoche del sábado un hombre entró a la comisaría acompañado de su hermana, Lorena Domínguez, quien pidió la palabra para exponer la queja por la que habían acudido a la policía, mientras su hermano, Ezequiel, se encontraba atendiendo a la bebé, que no paraba de llorar.
Según Lorena, su hermano había acudido a casa de la madre de la niña para entregársela, pero esta «no habría querido recibir (a la bebé) en el horario acordado». Alarmada por el llanto persistente de la bebé y por la imposibilidad de su padre de calmarla, la oficial Quijón rápidamente comprendió que la desesperación de la pequeña se debía a que estaba sumamente hambrienta.
«Desde hacía más de seis horas la bebé no era alimentada naturalmente», explicó la oficial.
La oficial Quijón es madre de un bebé lactante de 11 meses, por esa razón no dudó ni un instante en que lo mejor que podía hacer era ofrecerse para amamantar a la pequeña. Al principio, el padre y la tía de la niña se mostraron muy sorprendidos, sin embargo, agradecieron el gesto y se la entregaron con toda confianza a la oficial.
«Momento este en el que la niña se calma y comienza a alimentarse», cuenta la oficial Quijón.
La bebé tomó del pecho de esta excepcional policía durante dos horas «hasta quedar completamente dormida». Posteriormente los familiares de la pequeña recibieron asistencia de la Policía Comunitaria y se comunicaron con la oficial para notificarle que la niña había dormido plácidamente toda la noche.
Por su parte, la oficial Quijón asegura que haber tenido la posibilidad de ayudar a la bebé le causó mucha alegría y satisfacción, asegura que experiencias como estas pueden cambiar toda una rutina laboral “y con un pequeño granito de arena ayudar a quien lo necesita”.
¡Qué hermoso gesto el de esta oficial de policía! No dejes de compartirlo con todos tus conocidos.