Es muy triste ver cómo muchas personas día a día se enfrentan a enfermedades mortales, donde solo la perseverancia y el valor de ellos mismos puede llenarlos de fortaleza.
Aún así, muchas veces la vida tiene otros planes con nosotros y, sin importar todo el tratamiento médico, la constancia, el esfuerzo y el amor que pueda recibir el paciente, igual pueden perecer a causa de la enfermedad.
El cáncer en una enfermedad que ataca diferentes áreas del cuerpo; esta enfermedad no conoce de género, estado social, sexo, raza, ni religión, incluso puede atacar a personas muy jóvenes o incluso niños muy pequeños.
El pasado 2011, Kieran Maxwell fue diagnosticado con un extraño tipo de cáncer de hueso. Tuvo que ser sometido a una amputación de pierna debido a esta terrible enfermedad, en ese momento Maxwell solo tenía 12 años.
Él se hizo famoso al ser el portador de la antorcha olímpica tras ser invitado por el Obispo Auckland; el joven se dio a conocer pues mientras llevaba la antorcha tropezó y cayó, pero él no se detuvo, rápidamente se puso en pie y continuó con su recorrido.
Cuando Maxwell participó en las olimpíadas como portador de la antorcha solo tenía 13 años, justo un año después de haberle amputado su pierna; sin embargo, esto no fue impedimento para que el valiente joven le brindara el honor a su familia y a su país.
Tristemente, esta no es una noticia con un final feliz; hace algunos días la madre de este valiente joven compartió la noticia de que el pasado viernes su hijo había fallecido con tan solo 18 años.
La madre dio a conocer la noticia mientras compartía una foto de su hijo de cuando tenía 13 años mientras levantaba la antorcha. «Desafortunadamente hoy Kieran a las 5:26 am ganó sus alas y partió tranquilo en su sueño”, dijo su madre a través de su cuenta de Facebook mientras invitaba a formar parte de la fundación del joven.
Posteriormente, la madre agradeció a todos los que habían apoyado a su hijo en este largo camino, no fue nada fácil la vida de este joven, pero siempre será recordado como un valiente luchador.
El cáncer es una enfermedad con la que se suele luchar por mucho tiempo, incluso cuando la persona ya ha sido diagnosticada “libre” de células malignas. Al joven Maxwell le amputaron la pierna y siete meses después, en sus chequeos médicos, le dijeron que el cáncer había abandonado su cuerpo. Pero en el 2013 fue diagnosticado con cáncer de nuevo.
«Lamentamos escuchar que Kieran Maxwell de Darlington ha fallecido. Nuestros pensamientos están con su familia y amigos en este momento tan triste».
Es por esto que él y su familia pusieron todo su esfuerzo para crear una fundación que pudiera ayudar en la investigación de esta enfermedad y de esta manera ayudar a más personas como él.
Si deseas conocer un poco mas con respecto a esta fundación puedes visitar su página web aquí e incluso si es tu deseo puedes contribuir con la causa haciendo donaciones.
Recuerda que compartir esta historia y hacerla llegar a más gente también es una forma de ayudar.