En días pasados, la comunidad costera de Naic, en la provincia de Cavite, Filipinas, despertó con la visita de un invitado muy especial que había llegado a la playa. Se trataba de una ballena muerta de 15 metros encallada en la orilla. El escenario era espantoso: al pobre animal, manchado en sangre, se le salían las tripas por los costados y montones y montones de basura le salían por la boca.
Sin embargo, esta imagen esconde mucho más de lo que puede apreciarse a simple vista, pues lo que parece un enorme cetáceo en descomposición, resultó ser, realmente, una instalación de Greenpeace.
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Ante semejante hallazgo, los visitantes de la playa se mostraron sumamente desconcertados. Incluso hubo quienes, al principio, no quisieron acercarse por temor, mientras otros se preguntaron cómo era posible que el ambiente no estuviese cargado de un olor putrefacto.
Luego de una inspección rápida, la verdad quedó al descubierto: la ballena no era real. Con esta obra de arte, Greenpeace se propuso recrear lo que sería una ballena azul en su última etapa de descomposición, con el fin de crear consciencia sobre el daño que nuestros desperdicios, sobre todo el plástico, están causando en el océano y en los animales que lo habitan.
La ONG ambientalista trabajó durante 5 días en la instalación de 15 metros de largo por 3 metros de ancho. ¡El resultado fue impresionante! El esqueleto de la imponente ballena estaba hecho de bambú y el relleno de toneladas de basura. Vince Cinches, activista de Greenpeace Oceans, explicó que los desechos provenían de vertederos de basura de los alrededores de Naic y de plantas de reciclaje de la zona.
Greenpeace no hizo ningún tipo de promoción de la instalación, dejando en manos de los espectadores que la «ballena muerta» se hiciera viral en las redes sociales.
«Una ballena muerta se descompone desde adentro. En un par de días, su cuerpo comienza a producir metano, lo que empuja hacia afuera las entrañas«, explica Cinches, «El cuerpo tiende a explotar y esa es la razón por la que los científicos que realizan la autopsia tienen tanto cuidado al examinarlo».
Según Greenpeace, más de 30 cachalotes fueron encontrados varados en diferentes orillas de playas europeas… Y eso fue tan solo durante el primer trimestre de 2016.
Las ballenas que se alimentan por filtración no tienen la capacidad de diferenciar entre la basura y la comida.
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El lugar y la fecha en la que se hizo esta instalación no fueron elegidos al azar. Filipinas es el tercer país que más genera desechos plásticos destinados al océano. Además, el día que la ballena apareció encallada en la playa se celebraba la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés). De esta manera, Greenpeace espera que sus demandas sobre la contaminación oceánica sean escuchadas.
¡Ayuda a compartir el mensaje de Greenpeace! Esta impactante imagen debe seguir advirtiendo sobre el peligro de nuestros propios desechos y, aún peor, de nuestra inconsciencia.