Perder un hijo después de haber tenido la ilusión por más de nueve meses de verlo en tus brazos, puede ser un golpe muy fuerte del que no todos se recuperan tan fácil. Nunca será sencillo perder un hijo, no importa su edad o el tiempo que estuvo con vida.
La siguiente imagen muestra a una pareja con un bebé recién nacido entre ellos, a primera vista parece que el bebé está dormido, pero la realidad es que el bebé Nixon Tonkin ya no estaba respirando.
«Knox Tokin nunca podrá conocer a su hermano mayor. Tiene dos años de edad y sabe decir su nombre, Nixon. Mira las fotos de Nixon pero aún es muy pequeño para comprender por qué él no está en esas fotos y dónde está su hermano mayor»
El pasado 6 de junio se cumplieron tres años desde que Simone y Martin Tonkin perdiera a su primer hijo. Ella había sido ingresada tres días antes en el hospital de mujeres Royal Brisbane por presentar hipertensión arterial a las 38 semanas de embarazo.
La mañana del 6 Simone llevaba dos horas de trabajo de parto cuando los médicos tuvieron que realizar una cesárea de emergencia al detectar que la cabeza de Nixon se había quedado atascada en el canal de parto.
Sin embargo, a las 13:40 Nixon era declarado muerto, tenía el cráneo aplastado. «Ni siquiera se puede comprender lo que uno debería hacer ante tal situación ¿cómo se supone que debes actuar? fue horrible», declararon ellos.
«Creo que uno trata de aferrarse a algo aunque no sea tangible, por eso permanecí sosteniendo a el bebé, no quería dejarlo ir»
Han pasado 3 años y hasta el momento no existe un responsable de la muerte del bebé, se sabe que el cráneo estaba aplastado como por una mano o bien la propia fuerza ejercida durante el parto pero fue algo que le recomendaron los doctores a Simone.
En consultas médicas anteriores ella siempre se había mostrado más interesada en tener una cesárea pero ese día y después de haberlo pasado muy mal en el hospital por la hipertensión arterial creyó que lo mejor era confiar en los médicos.
«Siento mucha culpa ahora, siento que quizás debí haber sido más agresiva»
Pero ahora Simone lo único que desea es mirar atrás y no tener miedo de recordar esos días, esas escenas traumáticas del nacimiento de su primer hijo. Tuvo que recurrir a algunos profesionales para que la ayudaran a superar ese trastorno de estrés postraumático.
Ahora han logrado tener un segundo hijo y desde su nacimiento ella ha vuelto a ser muy feliz, sin embargo la muerte de su hermano mayor aún deja una sombra y Simone quiere cambiar el enfoque de la comunidad médica para que respeten las decisiones de los pacientes y consulten con ellos antes de tomar cualquier decisión.
Por su parte, Karin Lust, Director clínico del Hospital de mujeres de obstetricia y ginecología, dijo que el hospital había revisado todos sus servicios de maternidad desde el 2014 pues consideran que casos tan inusuales como ese deber ser evaluado para saber lo que se pudo haber hecho de otra manera y mejorar el servicio.
Lo cierto es que aunque uno intente darle muchas explicaciones a una situación, no hay nada que pueda devolverle la vida al pequeño Nixon, al igual que a otros tantos angelitos que no logran vivir por mucho.
El mejor mensaje que puede dar Simone es que las madres en una situación similar deben ser atendidas por profesionales y recibir ayuda psicológica para poder recuperarse de una pérdida tan grande. Pero lo más importante es aprender a perdonar.
Comparte esta historia tan emotiva, el verdadero amor va más allá de la vida.