Cuando se tiene a cargo el cuidado de la vida de un ser humano la responsabilidad de velar por su bienestar nunca debe perderse de vista. Los médicos son profesionales que día a día tienen en sus manos la difícil misión de salvar y mejorar vidas.
Es lamentable que casos como el de la pequeña Daisy Torres, de 14 meses de edad, sucedan por falta de responsabilidad y compromiso de un profesional de la salud.
Cuando un padre lleva a un hijo al médico está dejando en sus manos la vida de su tesoro más valioso y lo menos que espera es que le entregue a su hijo con afecciones más graves, o en el peor de los casos sin vida.
Bety Squier, madre de Daisy, acudió a la cita con el odontólogo para que le arreglaran dos caries a su hija. Lo que nunca se imaginó es que esto le causaría la muerte a su pequeña.
El odontólogo Michael Melanson antes de comenzar a trabajar y para facilitar el proceso decidió aplicar anestesia a la niña. Ese día se encontraba como anestesista de turno el doctor David Williams.
Mientras estaba anestesiada, el doctor salió y comentó a Bety que su hija tenía seis caries que debían ser arregladas, le pidió que se mantuviera en la sala de espera 40 y 45 minutos aproximadamente, mientras realizaba el trabajo.
Pasado el tiempo, le informaron que se demorarían más tiempo porque había más trabajo por hacer. Sin embargo, a tan sólo 10 minutos de esta última notificación el doctor volvió y le notificó que algo estaba mal y la hicieron entrar en el consultorio.
Ninguna madre espera recibir la noticia tan terrible que escuchó Betty. El doctor le comentó que algo salió muy mal y la niña comenzó a tener problemas para respirar causándole un paro cardíaco.
Sin embargo, el médico le confirmó que después de practicar la reanimación cardio-pulmonar Daisy se encontraba bien.
El instinto de madre hizo que Bety dudara. Su corazón sabía que algo seguía muy mal y que estaba perdiendo a su pequeña. Llamaron a la ambulancia y minutos después la trasladaron a un hospital.
El equipo médico que la recibió luchó por reanimar a la pequeña, pero los esfuerzos fueron en vano. Lamentablemente Daisy murió después de un par de horas.
Totalmente desconcertada y llena de dolor, esta madre demandó al médico para encontrar alguna explicación de lo sucedido y evitar que otras familias pierdan a sus hijos por llevarlos a este dentista.
Las radiografías iniciales que se le hicieron a la niña no mostraron daños que ameritaran un tratamiento. Sin embargo, el informe de Robert Williams, forense odontológico, indica que las radiografías que se tomaron después de la muerte de la niña reflejaron un supuesto trabajo en cuatro piezas dentales.
También expresó que los dientes habían sido preparados como para colocar coronas de acero inoxidable. De acuerdo con la demanda, el doctor David en ningún momento explicó a la madre el procedimiento que realizaría.
Según el informe, existe la probabilidad de que los dientes hayan presentado parcialmente algún defecto congénito en el esmalte, sin embargo, se deja abierta la duda de no requerir ese tipo de tratamiento atendiendo a la edad de la pequeña.
En el informe de la autopsia, publicado por la Oficina del Médico Forense del Condado Travis, se especificó que la causa de la muerte de la niña fue la anestesia.
Sarah Marshall, portavoz de Dentistas Infantiles de Austin, declaró que después de conocer el trágico caso de Daisy, la oficina ha prohibido la anestesia general en los consultorios.
Es importante no dejar solos a los niños dentro del consultorio, la presencia de un representante debería ser obligatoria.
Como padres, se debe perder el miedo o la vergüenza de preguntar realmente cuál es el diagnóstico y el tratamiento, así como los riesgos que están implicados en el proceso y así tomar la decisión de una segunda o tercera opinión profesional.
Comparte esta triste historia. La vida de esta pequeña no se podrá recuperar y en medio del dolor esta familia ha hecho pública su experiencia para evitar que otras personas pasen por este gran sufrimiento.