¿Cuántas mujeres en el mundo no habrán deseado que solo por unos minutos los hombres pudieran saber lo que siente estar «embarazado»? No hay manera, hay que vivirlo para comprenderlo.
Sin embargo, hoy en Inglaterra un papá puede también hablar, y con mucha propiedad, sobre la «maternidad», pues él mismo llevó a su adorada hija en el vientre.
Su nombre es Scott Parker, tiene 23 años y es diseñador gráfico.
«¡No, yo soy el primer hombre británico que tiene un bebé! exclama el muy orgulloso padre. Y la razón por la que Scott hace tanto énfasis en esta afirmación no es fortuita: este papá dio a luz casi 7 semanas antes que Hayden Cross, a quien la prensa le concedió erróneamente el título de «el primer hombre británico en dar a luz».
Scott y Hayden nacieron como mujeres, pero para el momento en que tuvieron a sus bebés, ambos ya se consideraban hombres. Este es Hayden Cross:
Desde que nació, este particular papá ha concebido su vida como un hombre y ha andado un largo camino para lograrlo. El año que viene Scott planea removerse los pechos por completo, una operación a la que podrían continuar otras más para transformar distintos órganos.
Scott, así como Hayden, decidió darse la oportunidad de experimentar en carne propia la experiencia de tener un hijo antes de realizarse la conversión total de sexo. Para ese momento, ya Scott tenía dos años viviendo como hombre.
«Ella es tan hermosa y yo me siento tan afortunado… Creo que lo estoy haciendo bastante bien como padre», dice Scott.
«Yo realmente quería tener mi propio hijo y pensaba en cómo sería posible lograrlo sin someterme a tratamientos de fertilidad. De igual forma, terminé desistiendo de la idea porque no lo veía posible», explica Scott. «Ahora soy un hombre, ya no puedo tener bebés, me decía a mí mismo».
Pero la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y la oportunidad se le presentó a Scott de la manera más inesperada: el joven tuvo relaciones sexuales con un amigo durante una salida casual y pronto descubrió que había quedado embarazado.
El padre biológico de Sara, la bebé de Scott, no desea involucrarse en su crianza.
Scott se siente profundamente agradecido por la excelente y respetuosa atención médica que recibió desde el momento en que se enteró que estaba embarazado hasta que dio a luz. El amoroso papá explica que para él es un gran motivo de orgullo vivir en una época en la que los hombres tienen la posibilidad de dar a luz y ser respetados por ello.
En el hospital donde fue atendido desde la semana doce de embarazo, por ejemplo, Scott nunca fue llamado «mamá», sino «papá». Asimismo, su tarjeta de maternidad marca género neutro, en lugar de «masculino».
En el ultrasonido también se puede apreciar que en el lugar del género de la «madre» aparece «masculino».
Durante el embarazo, Scott tuvo que luchar contra la ansiedad de experimentar los cambios de su cuerpo, pero asegura que logró superar sus temores porque sabía que todo pasaría tan pronto diera a luz a su bebé.
«Sabía que mis pechos iban a crecer, pero luego podría operarme para removerlos», explica Scott, «Y puede que en este momento esté liberando mucho estrógeno, pero pronto me haré un tratamiento de hormonas para recibir testosterona y eso será genial«.
Scott también aclara que él será muy honesto con Sara y cuando crezca le dirá: «soy una chica que creció para convertirse en un gran hombre». Aquí puedes ver a Scott, de niña:
Scott, Sara y su pareja, quien también es transgénero y planea adoptar tan pronto sea posible a la pequeña, viven muy felices y agradecidos por la oportunidad de expandir su familia. ¡Bravo por ellos!
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