Cuando un bebé se enferma a tan pocos días de nacer, siempre es una gran preocupación para los padres. En algunos casos los niños contraen enfermedades muy graves, y nos cuesta comprender por qué seres tan pequeños deben ser sometidos a tanto sufrimiento.
Daniel Farbrace solo tenía 21 meses cuando falleció a causa de la leucemia a la cual se enfrentó con todas las fuerzas posibles.
Ali Farbrace su madre, de Tundbrige Wells, Kent, compartió una foto, donde está besando a Daniel en la frente. Su muerte fue muy trágica y los padres aseguran, por cómo sucedieron las cosas, que Daniel quiso evitar más dolor para sus padres.
Daniel se encontraba muy grave por la leucemia mieloide aguda (LMA) por segunda vez, por si fuera poco, contrajo una gripe porcina.
El cuerpo de Daniel estaba muy debilitado por la leucemia, era la segunda vez que luchaba contra esa afección pero él seguía demostrando mucha fuerza. Cuando se enfermó de la gripe porcina los médicos avisaron a los padres que no había muchas esperanzas para Daniel.
Llegaría un punto en el que tendrían que decidir si mantenerlo conectado aunque no volviera a abrir los ojos, o dejarlo ir en paz y de esta manera evitar que su cuerpo fuera llevado al límite.
«Yo solo quería que tuviera una vida de calidad pero la enfermedad se había apoderado de él y no era justo mantenerlo así solo por lo que yo sentía. Simplemente no queríamos que sufriera»
Pero los padres tampoco eran capaces de tomar una decisión así, desconectar a su hijo. Fue entonces cuando por vez primera Daniel dejó de luchar e hizo un «sacrificio» por sus padres. Murió antes de que ellos tuvieran que tomar la terrible decisión.
«Si hubiéramos tenido que tomar la decisión de apagar la máquina, entonces nunca nos habríamos perdonado. Creo que él nos ha salvado de cargar con eso, Daniel siempre nos dio mucho y con mucha alegría».
Desde que Ali estuvo embarazada de Daniel, tuvieron complicaciones, a las 26 semanas estuvo a punto de abortar. Cuando nació el bebé tuvo que ser resucitado y permaneció con un respirador durante 16 días.
Logró recuperarse para pasar la navidad con su familia, todo parecía marchar mejor, pero en abril del 2016 comenzó a desarrollar manchas rojizas en toda su piel. Al inicio se creyó que podía ser una infección viral.
Lo llevaron al Great Ormond Street Hospital para que los médicos investigaran qué ocasionaba esas manchas rojizas. El 21 de abril fue diagnosticado oficialmente con leucemia.
«Nos dijeron que era tratable, le dieron un 68 o 72% de posibilidades de que sobreviviera. Nosotros estábamos destrozados cuando supimos que se trataba de leucemia, pero Daniel no dejaba de sonreír y eso nos daba fuerzas«.
Recibió 4 sesiones de quimioterapia, parecía que se estaba recuperando por completo y logró festejar su primer cumpleaños, pero solo siete meses después la leucemia regresó y lo peor es que le detectaron un tumor en el cerebro.
Volvió a recibir toda clase de tratamientos y quimioterapia para combatir la LMA, sin embargo, al poco tiempo descubrieron que se había extendido a su sangre y médula ósea. En junio del 2017 contrajo parainfluenza.
«Estaba tan grave que sabíamos que aún si pudiese volver de esa enfermedad, probablemente no llegaría a cumplir los 2 años«, dijo su padre.
«Él siempre estuvo feliz, siempre sonreía. Sé que suena extraño, pero nunca se le veía mal, no lloraba. Aún a pesar de estar enfermo era un bebé muy tranquilo»
«En su funeral todos estaban tristes y llorando, pero yo no quería deshonrar a Daniel. Él nunca lloraba»
«Para nosotros él fue increíble, fue una alegría. Solo queremos recordarlo como un niño feliz y hermoso. Antes de él, siempre estaba ocupado, él me ayudó a detenerme y mirar alrededor».
Después de la experiencia que pasaron en el hospital, iniciaron una campaña que fomenta la donación de sangre y médula ósea. «Sólo queremos transmitir el mensaje sobre la donación de sangre y trasplante de médula osea. Hasta el momento hemos ayudado a recaudar más de 24.000 euros para la caridad.»
«A veces Daniel tenía que esperar 12 horas para recibir una transfusión de sangre. Pero si no hubiera sido por los donantes, hubiera muerto hace mucho tiempo. Solo queremos que la gente siga apoyando».
Es una historia trágica, pero al menos nos dejan un gran menaje para apoyar a otras personas que padecen esa enfermedad. Necesitan de la ayuda de todos. Recuerda donar sangre, puedes salvar muchas vidas.
Comparte esta historia tan emotiva para que la gente conozca esta enfermedad y ayude a quienes la padecen.