Para convivir en una relación de pareja se requiere de amor, solidaridad y, sobre todo, mucha confianza: confianza en la pareja, en las decisiones que tomará y en su propio juicio.
Estar juntos significa acompañarse, apoyarse y cuidarse sin perder la libertad, incluso si la pareja está casada aun debe aceptar que cada uno tiene que tener su propio espacio. Existen sueños en conjunto y también aquellos anhelos individuales que se logran en equipo y con el apoyo de la pareja.
Muchas relaciones se aprovechan de su compromiso para imponerse ante su pareja y dominar por completo sus decisiones y comportamientos, esto no tiene distinción de género pues tanto hombres como mujeres pueden volverse dominantes con sus parejas.
Este es el estremecedor caso de un marido celoso que se enfrenta a la vida en prisión después de cortar los dedos de su esposa Hawa Akhter, de 21 años, porque ella comenzó a estudiar para obtener un título sin su permiso.
Se trata de Rafiqul Islam, de 30 años; este hombre se acercó a su esposa con la promesa de darle una linda sorpresa, fue así como consiguió vendarle los ojos para que ella no descubriera “la sorpresa” y, mientras ella esperaba, cortó los dedos de su mano derecha.
El hombre le hizo extender la mano con el fin de cortar los cinco dedos para dejarla incapacitada. Uno de sus parientes, lanzó los dedos de la señora Akhter en la papelera para asegurar que los médicos no pudieran volver a colocarlos.
Islam es un inmigrante trabajador en los Emiratos Árabes Unidos; al principio, cuando descubrió que su esposa había empezado a estudiar, le advirtió que si no abandonaba los estudios las consecuencias serian muy graves. «Después de regresar a Bangladesh, quería tener una discusión conmigo», dijo la Sra. Akhter
De repente, me vendó los ojos y me ató la mano. También tapó mi boca diciendo que me daría algunos regalos sorpresa. Pero, en cambio, me cortó los dedos”.
Mohammed Saluddin, jefe de la policía de Bangladesh, dijo que Islam confesó después de haber sido detenido en la capital, Dacca, y se enfrentará a cargos de desfiguración permanente.
El responsable de este horrible crimen padece trastornos psicológicos, le afectó mucho haber estudiado solamente octavo grado.
Su complejo de inferioridad y machismo no podían permitir que su mujer tuviera una educación superior universitaria; esta razón fue lo que lo llenó de celos y lo llevó a realizar ese terrible acto.
La familia de Akhter está devastada, ellos no tienen los recursos para ayudar a su hija y tampoco reciben ayuda del gobierno. Todos están desconsolados por la terrible situación.
Este ataque es el último de una serie de actos dirigidos a mujeres cultas en la mayoría de empresas musulmanas. En junio, un desempleado arrancó los ojos de su esposa, una profesora asistente de la Universidad de Dhaka, aparentemente porque no podía soportar que continuara con sus estudios en una universidad canadiense.
Sin embargo, esto no significa limitación alguna para la Sra. Akhter, quien confesó que está aprendiendo a escribir de nuevo pues no piensa abandonar sus estudios y, apenas se encuentre mejor, los retomará. Ahora está de vuelta en casa con sus padres y su marido se enfrenta a cargos por su agresión.
Todos condenamos la violencia de género, y debemos alzar la voz para denunciar el maltrato. Comparte esta noticia con tus amigos.