Existen historias que dejan huella en los corazones de quienes las conocen, y sin duda, la vida de Duangjay Samaksamam es una de ellas. En la provincia de Surin en Tailandia, es conocida como «la mujer con las manos más grandes del mundo», y se ha convertido en un ejemplo de lucha por seguir adelante a pesar de las adversidades.
Ella nació con una condición muy extraña, Macrodystrophia Lipomastosa, es una forma muy poco común y congénita de gigantismo localizado en los dedos de algunas de las extremidades.
Ambas manos presentan esta condición y cada una pesa aproximadamente 9,5 kilos. Esta mujer ha tenido una vida llena se sufrimiento a causa del gigantismo de sus manos.
Lamentablemente, Duangjay recuerda una infancia muy dolorosa. Las actividades cotidianas y regulares como vestirse, calzarse, cepillarse el cabello fueron objetos de luchas constantes.
En medio de su vergüenza, ella prefirió encerrase en su casa y aislarse del resto de las personas. Se negó a tener amigos, a compartir, jugar, ir a la escuela.
Con el pasar de los años se vio obligada a romper su encierro y hacer uso de su libertad.
Sus padres ya de edad avanzada no estaban en capacidad de atender la tienda de comestibles que servía como medio de sustento para el hogar. Razón por la cual Duangjay decidió salir y atender el negocio de sus padres.
Las reacciones no se hicieron esperar y pronto se convirtió en el centro de atención de los médicos que empezaron a descubrir su existencia.
Duangjay a los 25 años, y con la esperanza de mejorar su condición se sometió a su primera cirugía, sin embargo, todo empeoró.
Los médicos solo comprobaron que el tejido acumulado en las manos no fuese maligno, pero no redujeron el tamaño de ninguno de los brazos por temor a dañar algunos nervios.
En las operaciones siguientes sí lograron sacar algo de masa y reducir un poco el tamaño de las manos, pero al poco tiempo volvieron a crecer.
La recomendación de algunos médicos era la amputación de las extremidades, algo que esta mujer no estaba dispuesta hacer.
Es una enfermedad tan poco común y extraña que se desconoce la causa, y por consiguiente un tratamiento efectivo.
Finalmente ella pudo ser diagnosticada por un médico de la Universidad de Kiatsato en Japón. Después de practicar algunas resonancias magnéticas el doctor determinó que padecía Macrodystrophia Lipomastosa.
A pesar de tener esta condición ella jamás se ha dado por vencida, aunque ahora se siente un poco mejor que en su niñez, su vida sigue siento muy difícil.
Los distintos movimientos que necesita hacer le producen en muchas ocasiones mucho dolor.
El peso de cada una de las manos es muy agotador a la hora de levantarlas para peinarse o lavarse el cabello. Ella confiesa que vestirse también es extremadamente doloroso.
Ojalá las investigaciones puedan encontrar la causa de esta condición. Mientras Duangjay, sigue llevando su vida lo mejor que puede y trata de mantener la esperanza y la fe.
Comparte esta historia con tus amigos y familiares, Duangjay es una gran mujer que nos enseña que no hay adversidad imposible de superar.