Mark Birchall es el padre de Jacob Birchall, un niño que nació con síndrome de Asperger, situación que dificulta sus interacciones sociales pues los niños con este síndrome suelen ser excluidos en las actividades más cotidianas por sus dificultades en comprender a los demás. Sin embargo, los padres de Jacob han hecho todo lo posible para que pueda vivir de manera normal.
En la escuela de Jacob se acercaba la semana deportiva, todos los niños, incluyéndolo, estaban practicando para la semana. La familia Birchall estaba muy emocionada porque Jacob se mostraba entusiasta, el niño repetía constantemente que quería ser como su héroe, el Rayo McQueen, el famoso coche de carreras diseñado por Disney.
Pero Jacob no participó en las competencias porque el colegio donde estudia el niño le informó a sus padres que se le había negado a Jacob que asistiera a los eventos deportivos, excusándose en que, si Jacob llegara a perder, este podría hacer una “rabieta”.
El padre de Jacob afirma que el colegio actuaba como si estuvieran avergonzados de que Jacob fuera parte de la institución. Los padres están indignados porque la razón de la exclusión de Jacob era injustificada.
Hemos vistos a muchos atletas de elite sin ningún tipo de autismo llorar o molestarse cuando no ganan una competencia, ¿por qué para ellos sí está bien y para Jacob no? Él niño pasó semanas entrenando y con una muy buena actitud, sabía que lo importante era participar y dar lo mejor de sí mismo.
El trabajador de apoyo de la clase de Jacob fue quien le dijo a Mark que su hijo no podría asistir al evento deportivo del 18 de Julio. Mark asegura que el colegio le dijo que “cada niño es importante” pero no entiende la razón de porqué el colegio no defendió la participación del niño y en su lugar estuvo de acuerdo con el trabajador de apoyo.
La directora del colegio se ha disculpado por el incidente diciendo que ni ella, ni el profesor de Jacob habían sido informados del altercado hasta después del evento.
Esa fue una sugerencia completamente inapropiada hecha hace casi dos semanas, de la cual ni yo, ni el profesor de la clase fuimos informados”, dice la directora, “tenemos una política clara de que todos nuestros niños participen en los eventos, así que ya he tomado medidas para asegurarme de que esto no vuelva a suceder”, añadió.
Mark dice que “es muy difícil aceptar cambios repentinos cuando se tiene autismo. Así que tuve que tomar un día libre (del trabajo) para hacer mi propio ‘Día de Deportes’ con él”.
Así que Mark y Jacob tuvieron su propio día de competencias en su casa, él compró una medalla y se divirtieron mucho.
Debido al incidente que lo ocurrió a los Birchall, decidieron que Jacob cambiara de escuela. Por ahora, Jacob está bien, contento por su medalla y muy feliz disfrutando las vacaciones de verano.
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