Una imagen desgarradora fue lo que encontraron un grupo de vigilantes de la comunidad de Eruemukohwarien en Nigeria al encontrar a un joven de 13 años en un severo estado de desnutrición, con las manos y pies quemados y atado boca abajo a una ventana, el menor llamó la atención del grupo con su llanto mientras clamaba que quería morir ya que no soportaba más la tortura.
El menor de edad llevaba tres días en esa espantosa situación, siendo su propio padre su torturador, Austin Segun.
Según la madrastra del joven, todo había comenzado porque el pastor de su iglesia local había acusado al niño de bujería y su padre, siendo un hombre de fe, decidió castigar a su hijo por su mal comportamiento.
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El pobre niño fue tomado por su padre, atado boca abajo de una ventana y se le negó la comida. Además de eso, su padre le quemaba sus manos y pies con una plancha como método de tortura y castigo.
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Los vigilantes se pusieron en contacto con el casero de la familia para entrar a la casa; cuando los padres no se encontraban presentes y rápidamente rescataron al joven de tan solo 13 años que había estado siendo torturado por su propio padre los últimos 3 días.
El casero, por su parte, se puso en contacto con los padres del chico para que volvieran rápidamente a su hogar.
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Al llegar, toda la comunidad se había reunido a recibirlos de manera violenta, propinando golpes y patadas a la pareja; sin embargo, con ayuda de la policía, el padre fue arrestado y la madrastra fue encomendada de llevar al joven al hospital para poder tratar sus heridas.
Tras los acontecimientos, la pareja fue expulsada de la comunidad y obligada a mudarse lo antes posible.
Aunque pudiese parecer algo sacado de una película de terror, los niños acusados de brujería son una realidad casi cotidiana en África, miles de niños son acusados incluso por sus propios padres o líderes religiosos de practicar actividades paganas, lo cual generalmente los lleva a ser torturados en un intento de sacarles el demonio que, supuestamente, estos inocentes niños llevan por dentro.
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Verdaderamente es una situación espantosa, muchos niños no solo tienen que lidiar con la desnutrición, falta de medicamentos y de educación, sino también con el peligro constante de ser convertidos en parias por sus propios padres a causa de una acusación vacía, muy parecido a los juicios de brujas de Salem en el estado de Massachusetts, siendo sacrificados incluso para ser purificados.
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Es increíble que en nuestra época aún se escuchen atrocidades como esta, que niños inocentes sufran tales torturas solo porque alguien cree o dice algo.
Esto no debe seguir ocurriendo, comparte esta noticia y hazla llegar más personas.