Un sacerdote de parroquia fue arrestado tras un presunto intento de abusar sexualmente de una niña de 13 años en la ciudad de Marikina, Filipinas.
El director del Distrito de la Policía Oriental, el Superintendente Principal Romulo Sapitula, identificó al sospechoso como Mons. Arnel Lagarejos, de 55 años, residente de la ciudad de Antipolo en Rizal y asignado en Taytay en la misma provincia.
Lagarejos fue detenido en una operación conjunta por la policía de Marikina y el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo (DSWD) alrededor de las 6:30 p.m., en las afueras del Blue Wave Mall en Marikina.
Sapitula dijo que Lagarejos, por un mensaje de texto, buscó los servicios de la víctima a través de un proxeneta. Sin embargo, la madre de la víctima lo informó a la policía después de enterarse de la transacción.
Operarios de la división de protección de mujeres y niños de la policía de Marikina y funcionarios del DSWD establecieron la operación de captura contra Lagarejos.
Después de cerrar el trato, el intermediario de la transacción había salido del Ford Explorer gris del sospechoso, dejando atrás a la víctima. Supuestamente, el cura organizó la jugada para quedar con el proxeneta y conocer a la niña en las afueras de un centro comercial, donde según se informa pagó alrededor de 500 pesos filipinos, -equivalentes a 9 euros- para llevar a la chica.
Lagarejos y su víctima se dirigían a un motel cuando las autoridades bloquearon su vehículo, y en el acto el sacerdote fue inmediatamente puesto bajo custodia policial.
Se apoderaron de su iPhone 5s, que contiene los mensajes a la víctima y al proxeneta. Lagarejos ahora se enfrenta a cargos por violación de la Ley de la República 9208 o la Ley contra la Trata de Personas de 2003.
El sacerdote había sido nombrado presidente del Colegio Católico de Cainta en 2006 y párroco de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Luz en Cainta en el mismo año.
El departamento accedió a sus cuentas de redes sociales para averiguar cómo había contactado con la menor y confirmaron que el proxeneta era un amigo de la chica, de 16 años.
La víctima de 13 años, por su parte, dijo que el encuentro del motel habría sido su tercera reunión con el sacerdote, y ella lo acusó de apuntarle un arma y de amenazarle para que no saliera con otros hombres.
La Diócesis de Antipolo dijo en un comunicado: «La Diócesis de Antipolo deja claro que no condonará o fomentará en modo alguno la trata de personas, en particular de menores, ni protegerá a los delincuentes de enjuiciamiento y posterior juicio y castigo cuando la evidencia así lo justifica «.
El arzobispo emérito Oscar Cruz, de la Conferencia Episcopal de Filipinas, por su parte, dijo que la iglesia no toleraría la inmoralidad y que recogerá pruebas y testimonios de personas con conocimiento directo del caso antes de presentar el documento a Roma.
Pero eso no significa que sea culpable antes de ser inocente. Es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad…los clérigos no son santos, pueden cometer errores», dijo el arzobispo.
Langrejo estuvo detenido tres días hasta que le pusieron en libertad bajo fianza. El cura ha sido suspendido de sus funciones en el centro educativo y en su parroquia. Este caso ha formado un enorme revuelo en Filipinas, donde el 80% de la población profesa la religión católica y la Iglesia tiene una fuerte influencia.
Otro caso de pederastia que no deja de causar indignación. Un caso en el que hay una menor afectada y que merece que se haga justicia.
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