Lamentablemente hemos conocido muchos casos en los que los padres dejan a los niños dentro del auto mientras hacen una diligencia sin pensar en las fatales consecuencias de las altas temperaturas.
En el condado de Dekalb, en Georgia, Estados Unidos, se produjo un terrible incidente en el que perdió la vida una pequeña de un año después de que su madre pasara cinco horas dentro de la peluquería mientras su hija permanecía encerrada en su auto.
Dalia Racine, la fiscal encargada del caso, declaró que Dijanelle Fowler de 25 años fue a la peluquería y le dijo a quien le realizaría los tratamientos de belleza que ella no tenía prisa que se tomara su tiempo.
De acuerdo a información suministrada por la fiscal, la temperatura interior del auto ascendió a 54 grados centígrados.
La madre les dijo a los empleados del salón de belleza que su hija estaba bajo cuidados en una guardería infantil. Pero después reconoció ante las autoridades que la dejó dentro de su auto y que tenía el aire acondicionado encendido.
Sin embargo, las autoridades no encontraron pruebas de esa versión, ella comentó que la batería del auto se descargó tras dejarlo con el aire encendido.
Dijanelle fue acusada por cargos de homicidio en segundo grado, crueldad infantil, ocultar una muerte y dar falsos testimonios acerca del crimen. Será sentenciada entre con una condena de 12 a 50 años de cárcel.
La pequeña se llamaba Fowler Skylar falleció tras mantenerse durante seis horas dentro del auto a altas temperaturas el pasado 15 de junio.
Su madre entró a la peluquería a las diez de la mañana, y salió a las cuatro de la tarde. Trasladó a la pequeña al Hospital de Universidad de Emory y llamó a la policía a las 4:54 de la tarde.
Inicialmente, la acusada dijo que la pequeña se había quedado con un familiar pero las cámaras de vigilancia demostraron lo contrario.
Jerry A. Lewis, un capitán del escuadrón de homicidios, dijo que presumía que la menor había sufrido una convulsión y que murió atrapada en el auto. Finalmente, la policía comprobó revisando las cámaras de vigilancia y las búsquedas que realizó la acusada en Google después del incidente.
Tenían suficientes pruebas para detenerla, pero ella había huido de la ciudad. Ahora sí enfrentará su condena por el delito que cometió.
Nada recuperará la vida de esta pequeña de un año de edad que partió al cielo de una manera cruel, pero al menos se hará justicia y la responsable pagará con cárcel su crimen. Se supone que los padres tienen el compromiso de velar por la salud y bienestar de los niños que son vulnerables y dependen solo de ellos, pero algunos lamentablemente no saben asumirlo.
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