Todos los padres aseguran que sus pequeñas niñas son princesas y como todas unas princesas deben ser consentidas y adoradas.
Y ¿a qué niña no le encantaría recibir un trato digno de la realeza? Pues este par no solo se encontró con trajes y decoraciones de grandes soberanas, sino que su padre se encargó de darles el castillo que merecen.
Adam Boyd, de 39 años de edad, tomó la decisión de hacer que sus pequeñas niñas tuvieran un lugar del cual se sintieran orgullosas y donde pudieran jugar sin descanso.
Aunque empezó como un pequeño proyecto, a mitad de su jornada concluyó que no era suficiente para sus niñas y procuró botar la casa por la ventana.
Diseñó y construyó una elaborada casa de juegos de dos pisos con una pared de roca para escalar, un puente, un tobogán y un montón de detalles más para el deleite de su esposa y sus hijas, Avery, de 5 años, y Violet, de 2 años.
El orgulloso padre es dueño de Atb Building Inc., una empresa que se encarga de remodelaciones y diseños de casas, así que si se esforzaba tanto por su trabajo, ¿porque no hacerlo por sus hijas?
Fue un proyecto largo, en donde uso cada momento de tiempo libre que tenía para completarlo.
La casa de casi 7 metros y medio está completamente equipada para el total disfrute de las niñas, tiene techos de casi 2 metros y medio de alto, cuenta con un desván, muebles y una cocina perfecta para la hora del té.
Los colores fueron inspirados en sus pequeñas, el rosado por ser el color favorito de Avery, y el violeta en honor al nombre de la menor. Y claro, el crédito no solo se lo lleva Adam, su niña mayor aclama haber ayudado con el diseño y parte de las decoraciones.
Fue la parte más gratificante, ella estaba lijando la moldura de la corona conmigo. Ella lo amaba”, dijo el orgulloso padre.
El palacio tiene pisos de madera, muebles creados únicamente para sus niñas, además de estar lleno de cómodos muebles y esponjosas alfombras.
Y para alimentar el deseo artístico de Violet, Adam pintó la parte baja de las paredes con pintura de pizarra para que pudieran dejar sus obras de arte por toda la casa de juegos.
Pero no solo es el espacio favorito de las niñas sino de toda la familia. Ahora es el lugar predilecto para pasar el tiempo libre. “Mi esposa y las chicas subieron allí y almorzaron en él casi todo el verano. Ella es profesora, así que pasaron mucho tiempo allí”, cuenta Adam.
Y aunque no todos apoyaron este gran proyecto, definidamente quedaron maravillados con el resultado, sobre todo cuando Adam subió las imágenes de su creación en la página de Facebook de su empresa.
Tuvo tan buena recepción que decidió que cada niña debe tener su oportunidad de tener un palacio propio, por lo que está iniciando una nueva empresa llamada Spoil Rotten Homes, donde harán casas de juegos para niños.
“Mucha gente, amigos y familiares pensaron que estaba loco por hacer lo que hice, pero estoy muy satisfecho con el resultado”, comentó Adam. “Estoy feliz por verlas jugar en él, y de jugar con ellos. Vale la pena cada centavo que he gastado y va a estar allí para siempre”.
¿Y quién no querría un lugar así? ¡Comparte esta historia con tus amigos!