Para quienes no poseen auto propio, los medios de transporte público pueden ser muy agobiantes, pero incluso para quienes se trasladan día a día en un confortable vehículo algunos viajes pueden resultar incómodos.
Sobre todo aquellos en los que es necesario ocupar aviones o barcos durante muchas horas.
Así, en conclusión, los medios de transporte son agobiantes para la mayoría, la incertidumbre de qué tan seguros son y qué tan puntual se llegará al destino en ellos nunca cesa. Incluso la bicicleta que es un medio muy económico, ecológico y seguro podría tornarse peligroso y en un verdadero fastidio.
Debido a todas estas molestias, un hombre decidió darle un cambio radical a su manera de transportarse, y no, no se trata de un ingenioso e innovador medio de transporte. Es más bien bastante inesperado, pero podría ser por excelencia el más fácil de “adquirir”.
Benjamin David, cansado del transporte convencional, tuvo una brillante idea para desplazarse a diario, el hombre asegura que está harto de las calles, el tráfico y todo lo que esto conlleva por lo que se armó de valor y encontró una manera muy saludable para movilizarse día a día.
David toma todas sus cosas de valor, su celular, su portátil, llaves, dinero e incluso su ropa y la mete dentro de una bolsa antes de empezar su recorrido diario, resulta que este arriesgado hombre decidió nadar cada día 2 kilómetros para transportarse de un lugar de otro.
Toma todas sus cosas dentro de esta bolsa, las coloca en su espalda y empieza su particular recorrido, nada dos kilómetros a lo largo del río Isar en Munich, Alemania, para ir a trabajar cada día.
Para muchos, esta actividad podría ser bastante insólita y la consideran como algo que hace alguien que es demasiado fuera de lo común, pero para este hombre cansado de la rutina y lo ajetreado de la ciudad resulta bastante vigorizante además de que lo considera mucho mejor que el transporte público.
Con respecto a su vestimenta para nadar, el hombre se prepara dependiendo de la temporada y el clima en el que se encuentre, pues puede llevar desde bragas ligeras de natación hasta un leopardo sintético largo con sandalias.
Para él no hay ningún problema con esta actividad pues dice que es mucho más cómodo, relajante y rápido que el tráfico de la agobiante ciudad a pesar de las burlas de los espectadores que lo observan sobre el puente durante su viaje cada día.
Este hombre definitivamente le dio un cambio total a su vida con esta peculiar manera de desplazarse, pero esto debe darle muchos puntos a su salud y condición física y mental.
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