Realmente el amor y la entrega de los padres logran el más grande de los milagros… salvar la vida de un hijo.
Rachel Crowther, de Queensland, nació prematura en el año 2007 cuando tenía sólo 24 semanas, pesó 0,669 gramos, con una probabilidad de vida muy baja. Era tan pequeña que el anillo de boda de su padre le cabía en una pierna y su cabecita era del tamaño de una bola de tenis.
Su madre, Rhonda de 45 años comentó que cuando Rachel nació su tamaño era similar al de una botella de Coca-Cola de 600 mililitros.
Rachel nació 16 semanas antes tras el desprendimiento de la placenta, esta separación de la placenta de las paredes del útero interrumpe el suministro de nutrientes y oxígeno al bebé. Afortunadamente su madre se percató a tiempo que algo estaba mal y se revisó a tiempo.
Después que nació Rachel, los médicos le advirtieron a la familia que esperaran lo peor.
El pronóstico de vida de la bebé no era nada alentador, tenía sólo un 5% de posibilidad para sobrevivir y de hacerlo las probabilidades de sufrir un daño cerebral severo o una invalidez paralizante eran muy altas.
Realmente estaba enojada. Casi me dijeron que dejara morir a mi bebé».
Los doctores le dijeron que tomarán muchas fotografías porque había una gran posibilidad de que todo lo que habían llevado lo tendrían que regresar a casa. Los padres terminaron tomando 2.500 fotos y muchas horas de videos.
Pero mi instinto maternal se activó, sabía que Rachel sobreviviría”.
Su madre confió en su intuición y decidió dejar de lado la angustia, el temor y la tristeza que sin querer le estaban trasmitiendo a su hija. Su marido, Colin de 47 años y ella decidieron que vivirían un día a la vez amando y apoyando a su pequeña.
Tras un par de semanas del nacimiento de Rachel le permitieron a los padres tocarla por primera vez cuando la pasaron a una incubadora en la Unidad Neonatal del Royal Brisbane and Women’s Hospital.
Su madre estaba feliz porque finalmente tuvo la oportunidad de vincularse con su bebé. La abrazó y la amantó. No podía creerlo, su hija estaba sintiendo el calor de sus padres y eso era genial.
Después de 4 meses en el hospital Rachel fue dada de alta y se le permitió ir a casa con sus padres. Cuando tenía 19 meses esta pequeña fue sometida a un par de cirugías cardíacas que también superó.
Tras ese torbellino que pasó la familia, finalmente su hija logró superar todas las adversidades y vivió una infancia feliz como cualquier otra niña pequeña.
Definitivamente la pequeña Rachel es una guerrera que desafió todo pronóstico que limitaba su existencia y con su décimo cumpleaños celebró la vida.
Es una niña sana y activa, le encanta hacer deportes y cocinar. Su rendimiento en la escuela es excelente, es la mejor de su clase.
Adora ir de campamento con la familia, le encanta jugar al aire libre.
Una década después Rachel regresó al Royal Brisbane and Women’s Hospital para celebrar su cumpleaños número 10 y agradecer a los médicos que de una u otra manera la ayudaron a salir adelante.
Un par de días después de la visita al hospital Rachel también está pequeña asistió a McDonald’s para el McHappy Day, un evento caritativo que es auspiciado por Ronald McDonald House, una organización que apoya a las familias de los niños que presentan enfermedades graves.
La casa Ronald McDonald siempre ha sido un lugar especial en nuestro corazón”.
Rhonda siente un profundo agradecimiento por todo lo que Ronald McDonald House hizo por ellos cuando Rachel estaba en el hospital. Desde entonces ellos hacen todo lo posible por apoyar la gestión de la organización.
Colin y Rhonda recomiendan a todos los padres de bebés prematuros que hagan todas las preguntas necesarias, que no se queden con ninguna duda y que insistan hasta obtener todas las respuestas.
La historia de Rachel fue parte del evento anual de Walk for Prems, realizado el 29 de octubre. Cientos de personas corrieron y caminaron por Asutralia para recaudar fondos para la Fundación Life’s Little Treasures.
El dinero recaudado será destinado a cubrir los servicios por asistencia vitales a las familias de bebés prematuros y enfermos.
La vida de Rachel es un grandioso milagro.
Es una historia de amor y esperanza. Comparte con tus amigos y celebra la vida junto a la princesa guerrera Rachel y su adorable familia… ¡Feliz cumpleaños!