La cultura de cada país debe ser respetada, así como sus normas y regulaciones, pero también es válido el derecho a la investigación cuando se es acusado por un crimen que no se cometió.
Laura Plummer, una mujer británica de 33 años fue detenida en Egipto tras llegar el 9 de octubre al aeropuerto de Hurghada, y llevar en su maleta píldoras de Tramadol para el dolor de espalda de su marido. Desde entonces ha estado presa en una celda de 4,5 metros cuadrados con otras 25 mujeres.
Laura y su familia se encuentran realmente aterrados ante la posibilidad de que ella sea sentenciada a 25 años de prisión o enfrente la pena de muerte.
El destino de su vuelo era un balneario de la costa del Mar Rojo para un descanso de un par de semanas con Omar, su marido egipcio, a quien conoció hace 5 años.
Lo que nunca debió llevar en ese viaje fue el analgésico recetado por un amigo tras escuchar los síntomas que estaba presentando su marido, quien después de sufrir un accidente quedó padeciendo un severo dolor de espalda.
Sin embargo, ella no sólo llevó 29 tiras de Tramadol, cada una contiene 10 tabletas, más un poco de Naproxen, sino otros productos de uso personal porque aparentemente en Egipto no se consiguen con facilidad. Realmente ella no quería comercializar nada de lo que estaba llevando.
La madre de Laura, Roberta Sinclair, de 63 años, afirmó muy conmocionada que su hija no sabía que estaba haciendo algo malo.
Los analgésicos estaban ubicados en la parte superior de su maleta, ella no los estaba escondiendo”.
Laura permaneció durante 5 horas retenida en el aeropuerto sin un intérprete antes de firmar una declaración en árabe de 38 páginas, que pensó podría ser el permiso para irse, sin embargo, a cambio de eso ha estado detenida casi un mes en una pequeña celda.
El último mensaje de texto que Laura escribió fue dirigido a Nevile, su padre de 70 años, y le pidió ayuda, quien le respondió, pero el móvil ya estaba apagado. Desde entonces, ha gastado 13.000 dólares en la defensa de su hija.
Estoy en problemas y necesito tu ayuda».
En Gran Bretaña, la venta de Tramadol es bajo receta médica, pero está prohibido en Turquía, porque los adictos lo usan como un sustituto de la heroína. Si Laura hubiese querido vender esas píldoras sólo hubiese ganado 30 dólares.
Roberta y sus hijas Rachel, de 31 años, y Jayne Sinclair, de 40 años han visitado a Laura, incluso han estado en la corte dos veces, cada una de las cuales fue devuelta a la celda durante 15 días. Su hermana comentó que ella aún usaba la misma ropa con la que viajó.
Cuando Laura se presentó en la corte por primera vez, estaba muy demacrada, esposada y escoltada por un gran policía con una ametralladora. No paraba de pedir que la ayudaran.
James Plummer, su hermano, también confirmó que ella había cometido un error por ingenua, aseguró que ella es una mujer inocente. James añadió que Laura siempre visita a su marido de 2 a 4 veces al año, aunque reconoce que no tiene claro si su matrimonio es oficial.
El diputado local, Karl Turner, ha dicho que Foreign Office está involucrado en el caso y que la embajada británica en El Cairo le ha proporcionado un abogado.
Tramadol es la droga más usada en Egipto, según un ministro. Este medicamento se consigue bajo receta médica, pero frecuentemente se obtiene de manera ilegal y se utiliza como un sustituto de la heroína, al igual que en otras partes del mundo.
Karl comentó que la familia describe a Laura como una persona muy ingenua. Su padre dijo que estaba seguro de que ella no tenía idea de que estaba haciendo algo ilegal.
Un representante de la embajada británica visita regularmente a Laura y mantiene comunicación con su familia.
La familia, amigos y autoridades británicas esperan que el caso pueda ser resuelto a favor de Laura. Comparte esta dramática historia que sin lugar a duda es muy lamentable.