Una almohada con poca higiene puede llevar al desarrollo de alergias, esto se debe a que, si no son lavadas de la manera adecuada, estas pueden llenarse de polvo y ácaros muertos.
Esta no es para nada una situación ideal si se pretende mantener un estado de salud aceptable, por eso aquí te presentamos algunas ideas ecológicamente amigables para que puedas limpiar las almohadas de tu casa y mantener a tu familia sana y feliz sin el uso de químicos peligrosos.
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Primero que nada, resulta extremadamente necesario cerciorarse de la tela que cubre el relleno esté en buen estado, y es mejor colocar dos o más almohadas al mismo tiempo dentro de la lavadora.
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Lo único que necesitas, además de una lavadora y secadora, es tu detergente de confianza, de preferencia que sea líquido, dos o tres pelotas de tenis dentro de un calcetín limpio (los cuales se incluirán dentro de la secadora) y un suavizante.
Todo el proceso debería durar alrededor de 55 minutos, dependiendo del tiempo que tome el lavado y secado de tu equipo. Los procesos pueden variar dependiendo de cuál sea el tipo de relleno de la almohada; por ejemplo, las almohadas rellenas con trigo, arroz, fibra de coco o almohadas con efecto de memoria no pueden ser lavadas.
En el caso de las almohadas rellenas de plumas, pueden ser lavadas siempre y cuando se sacudan antes de lavarse, se coloquen dentro de la lavadora con el ciclo delicado y se utilice agua que se encuentre a 40 grados centígrados; si estas instrucciones se siguen, no debería existir ningún problema a la hora de lavar este tipo de almohadas en la lavadora.
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Por otro lado, las almohadas de lana deben ser aspiradas antes de introducirse en la lavadora, de nuevo es necesario utilizar un ciclo delicado y utilizar agua que se encuentre a al menos 30 grados centígrados para asegurarse de que ni la tela ni el relleno sufran algún cambio dada la temperatura del agua.
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Con las almohadas con relleno sintético se recomienda que sean puestas a remojar antes de colocarlas en la lavadora, se puede utilizar el ciclo de lavado de sintéticos y agua que se encuentre a 40 grados centígrados.
A la hora de a secar las almohadas, todas deben seguir el mismo procedimiento sin importar de que material estén rellenas: es necesario colocar las almohadas sobre una toalla gruesa para que esta absorba la mayor cantidad de humedad posible.
También se recomienda darle pequeños golpes a la almohada para ahuecarla y así acabar con cualquier tipo de bulto formado durante el lavado, después podemos llevarlas a la secadora donde deberán ser colocadas con la temperatura mínima para así evitar quemaduras en la tela o daños al relleno.
Listo, ya tienes unas almohadas totalmente limpias y relucientes.
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Claro está, una almohada no está hecha para durar para siempre y los expertos indican que deben ser cambiadas cada cierto tiempo.
¿Cómo saber si necesitas reemplazar tu almohada?
Si tu almohada está llena de grumos por dentro, y tiene manchas de sudor que no desaparecen con nada o si la doblas permanece doblada sin regresar a su forma natural, necesitas reemplazarla.
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