Ser niño es sinónimo de risas, juegos y mucho aprendizaje; las vivencias que tenemos en esta parte de nuestra vida dictan un camino importante sobre cómo seremos y a dónde nos dirigimos, pero a veces esta etapa tan importante es empañada por situaciones bastante terribles, como lo son las enfermedades.
Este pequeño de origen paraguayo, llamado Rubén Darío Ávalos Flores, es un niño de 12 años que desde muy chico fue diagnosticado con histiocitosis, una terrible y rara enfermedad que produce la constante proliferación de sus células.
A consecuencia de su enfermedad, el niño debía pasar largas temporadas en el Hospital Virgen del Rocío y para luchar con el aburrimiento que trae estar hospitalizado, el niño se refugió en la lectura, y en muy buenas lecturas, ciertamente.
Entre los escritores predilectos del chico se encontraba Borges, García Márquez, Kawabata y muchos más.
Para Rubén Darío, sus horas de lectura eran parte importante en su tratamiento, él se sentía mejor cada vez que leía y después de eso decidió que él también quería escribir, allí fue cuando Rubén descubrió su pasión.
Ávalos tiene en su haber cuatro libros de cuentos y una novela histórica, sus títulos son:
Encuentros con Rubén (2015).
Sensación de pureza (2015).
Las cartas y otros cuentos impredecibles (2016).
La medicina maestra (2016).
La diadema (2017).
El sello de las obres de Rubén Darío reflejan sus mayores aficiones, como la mitología, los viajes, la historia, pero otras tantas mostraban su realidad, como los temas de medicina, el respeto para los menores, y su amor por los animales y los cómics.
Los géneros con los que este chico adornaba las páginas de sus libros eran de ciencia-ficción y terror, todas acompañadas de la esencia infantil junto a la seriedad que le ha dejado la experiencia de padecer una enfermedad incurable.
Los libros de Rubén Darío no pasaron por el anonimato, los niños que compartían habitación con él y los médicos o los profesores se hacían fieles seguidores de los relatos del joven de apenas doce años.
El niño participó en un programa radial con un espacio exclusivo para él donde hablaba sobre la importancia de leer, recomendaba libros y comentaba sobre lo increíble que eran las historias que leyó recientemente, o lo fascinado que estaba por algún escritor.
Además, Rubén fue homenajeado en la Feria del Libro de La Rinconada, en Sevilla y participó en la Escuela de Escritores Noveles de Mollina del Centro Andaluz de las Letras y, por si fuera poco, la biblioteca de su colegio lleva su nombre.
Rubén murió el pasado 21 de noviembre en Sevilla, España, por culpa de su terrible enfermedad. Les deseamos mucha fuerza a sus familiares y amigos que ahora lo recuerdan con muchísimo amor.
Descansa en paz, Rubén. Este niño fue todo un hombre de letras, te invitamos a buscar sus obras. Y no olvides compartir su historia.