En ocasiones, ceder el paso, dar los buenos días o, simplemente, conceder una sonrisa, basta para alegrarle el día a alguien. No obstante, solemos ir siempre tan de prisa, siempre tan enfocados en nuestros propios problemas que olvidamos el poder los pequeños gestos.
Hoy una fotógrafa de Dakota del Sur, Estados Unidos, nos demuestra que, ciertamente, cambiar el mundo es mucho más sencillo de lo que pensamos. Su nombre es Carrie Lewis y lo que hizo por tres niños especiales ha conmovido a miles de personas alrededor del mundo.
Inspirada por su hijo con discapacidades, a Carrie se le ocurrió que sería una excelente idea aprovechar la llegada del Halloween para hacer realidad el sueño de varios niños con necesidades especiales.
Decidida, la fotógrafa anunció su propuesta a la comunidad y, en un abrir y cerrar de ojos, ya tenía 100 solicitudes de familias que deseaban participar.
«Estaba muy sorprendida por la cantidad de padres que me decían que ningún fotógrafo desea trabajar con niños especiales», cuenta Carrie.
Fue así como esta bondadosa fotógrafa dio con 3 niños cuyo sueño era ser oficiales de policía: Zane, un niño de 13 años con síndrome de Down, Elliot, de 7, quien sufre de un severo daño cerebral y Owen, de 11, quien padece el síndrome de Angelman, mejor conocido como el «síndrome de la marioneta feliz».
Una fantasía que Carrie estaba segura que podía llevar a la vida real, aunque para ello necesitaría un poco de «ayuda oficial». Afortunadamente, el departamento de policía de Dakota del Sur estuvo más que complacido en participar: «Ellos hicieron mucho más de lo que pude haber imaginado. Cerraron toda una calle para la sesión de fotos, trajeron 4 patrullas ¡y dejaron que los niños vivieran felices sus sueños!».
Durante este maravilloso día, los niños tuvieron la oportunidad de compartir con sus héroes, usar sus chaquetas e incluso se sentaron en los asientos delanteros de sus autos.
«Lo único que quiere ser Elliot es un oficial de policía. Aparentemente, se la pasa dando vueltas por su casa diciéndole a todos que están bajo arresto», cuenta Carrie. «Zane y Owen no pueden hablar, pero siempre saludan a todo policía, bombero o militar que ven.
De hecho, pararían de hacer cualquier cosa si se encuentran con policías en la televisión». De igual manera, las palabras no bastan para expresar la felicidad de estos tres niños ¡Pues sus sonrisas lo decían todo!
El departamento de policía de Dakota del Sur quedó tan conmovido con el resultado de estas fotografías, que decidió compartirlas en su página de Facebook.
Si bien esta sesión de fotos hizo absolutamente feliz a Owen, Zane y Elliot, para Carrie fue una experiencia que le cambió la vida.«Espero que la gente se dé cuenta de que todos los niños merecen que sus sueños se hagan realidad, sin importar la circunstancia». Asimismo, esta talentosa mamá espera que cada vez más fotógrafos se sumen y comiencen a fotografiar niños con necesidades especiales, en lugar de temerles.
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