“A pesar de que tiene cicatrices de por vida, está decidido a no dejar que sus quemaduras lo detengan en la vida”, estas son las palabras de Amanda Schultz una mamá de 35 años que vio a su hijo debatir entre la vida y la muerte.
Este pequeño luchador lleva el nombre de Tyler Schultz. Con tan solo 11 años sufrió un terrible accidente con heridas devastadoras en 2015, cuando intentó hacer inocentemente una fogata simulada con su hermanito menor, Evan, en la casa de un amigo.
Tyler estaba en el garaje jugando con fósforos y había encontrado una lata de combustible diesel en uno de los estantes, sin saber que por mala suerte, este explotaría en todo su cuerpo. La mamá de su amigo se encontraba distraída con su bebé recién nacido y no se percató de la situación al momento. Los doctores dijeron que Evan, de 9 años, le salvó la vida a su amigo Tyler cuando lo empapó en agua después que se prendiera en llamas.
Inmediatamente, Tyler fue llevado en helicóptero a una unidad de quemaduras especializada en el Hennepin County Medical Center, Minneapolis, donde estuvo ingresado por dos meses.
En el hospital, los médicos descubrieron que los órganos internos del pequeño fueron severamente dañados en el accidente. Por esa razón, le extirparon partes de sus costillas, le realizaron varios injertos de piel y múltiples intervenciones en sus vías respiratorias.
Mientras se recuperaba, los médicos decidieron quitar el tubo de traqueotomía de Tyler, pero fue una decisión fallida, dejó de respirar y casi muere. Desde entonces el niño no puede vivir sin el tubo.
Milagrosamente se ha recuperado de sus terribles quemaduras de tercer grado que cubrían el 45% de su cuerpo. Sin embargo, debe llevar con él un tubo de traqueotomía para que pueda respirar. El valiente niño es de Reddfield, Dakota del Sur, Estados Unidos y tiene un título de ganador en una carrera de 3 kilómetros y el segundo lugar en un torneo de lucha libre.
“Tyler es un luchador tan grande. Ha tenido una actitud positiva sobre su recuperación desde el primer día. Si quiere lograr algo, se decide y lo hará”, dijo su madre Amanda, muy orgullosa al ver a su pequeño valiente que ahora también ayuda a otros sobrevivientes de quemaduras a recuperar la confianza en sí mismos.
Meses atrás, Tyler dejó de respirar y casi muere nuevamente en su casa, pero después de dos horas los médicos lograron resucitar al pequeño.
“Él lucha con su tubo. Su hermano mayor, Michael, lo ayuda hablando por él, ya que solo puede emitir susurros, lo cual es bastante doloroso para Tyler”, agregó la orgullosa madre de Tyler.
Es admirable ver tantos niños que están sacrificando parte de su infancia para librar duras batallas contra enfermedades y accidentes. ¡Mucha fuerza para Tyler! ¡Comparte la conmovedora historia de Tyler con tu familia y amigos!