Una niña de 9 años recibió una descarga eléctrica en la piscina de un complejo vacacional

Cuando pensamos en vacaciones lo primero que nos viene a la mente es alegría, diversión, juegos, paseos, en fin, un tiempo para salir de la rutina y dejar atrás el cansancio por el estrés de las actividades cotidianas.

Sin embargo, son muchas las historias donde las vacaciones acaban con algunos accidentes producto de no considerar los riesgos a los que se pueden estar sometidos.

Jade Miller, una niña de 9 años que estaba de vacaciones con su madre y algunos amigos de la familia y cuando estaba jugando en una fuente de agua en un complejo en Siem Reap, Camboya recibió una descarga eléctrica que la paralizó desde el cuello hacia abajo.

Esta niña nunca imaginó que aquel cable estaba energizado y que un momento de diversión y esparcimiento se convertiría en instantes muy desagradables para toda la familia.

La descarga eléctrica la dejó incapacitada para hablar o ver algo. Era imposible comunicarse con Jade, ya que por unos minutos no respondía a los llamados que le hacían. No había posibilidad de saber qué era lo que sentía y qué reacción estaba pasando dentro de ella.

La descarga también interrumpió los latidos de su corazón, dañó su músculo cardíaco y le provocó quemaduras profundas en la pierna izquierda.

Su madre Meredith de 48 años, comentó que sintió una sacudida de electricidad cuando recogió a su hija inconsciente e inmediatamente la llevó al Royal Angkor International Hospital, donde recomendaron su traslado de urgencia al Bangkok Hospital Medical Center.

Dijeron que tenía suerte de estar viva y que las siguientes 48 horas serían críticas.»

Su madre y su padre Simon de 59, gastaron más de 22.000 euros para trasladar a Jade desde Siem Reap a un hospital en Bangkok, Tailandia, donde fue atendida por un grupo de cardiólogos pediátricos.

Su condición cardíaca era tan grave que no pudieron aplicarle en ese momento ningún tratamiento para sus quemaduras. Realmente fue terrible”.

Luon Thea, gerente general del Golden Temple Hotel, dijo que Jade estaba jugando dentro del perímetro de un área restringida de la piscina tras 15 minutos de haberse cerrado, y que los daños fueron causados por el calor de las lámparas, en lugar de una descarga eléctrica.

El complejo exoneró los costos de hospedaje de la familia y sólo asumió los gastos de una noche. Se negó a cancelar el resto.

ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SENSIBILIDADES

Para la etapa final de su tratamiento fue necesario realizar un injerto de piel de otras partes del cuerpo para corregir las heridas. En la mayoría de los casos se utiliza este método, para evitar un posible rechazo de agentes externos.

Es una recuperación muy lenta y progresiva, no es solo remediar lo tangible, como la piel, es hacer que una niña de 9 años sienta confianza nuevamente en disfrutar de momentos especiales con su familia.

Metro

Sus padres decidieron compartir su terrible experiencia donde su hija casi pierde la vida para advertir sobre los peligros que hay en lugares vacacionales.

Solo queremos asegurarnos de que la gente conozca sobre la falta de medidas de seguridad en estos lugares. Realmente es abismal. No queremos que nadie más pase por lo que nosotros pasamos.»

Cuando hablamos de complejos de diversión, es importante tener en cuenta que el principal cliente son chicos y adolescentes. Sin embargo, es necesario mucha precaución sobre las diferentes áreas donde van a estar paseando y jugando estos chicos.

Una vez más queda demostrado que siempre habrá niños pensando en cómo divertirse cada vez más y más sin tener noción del peligro, por eso hay que permanecer siempre alertas. Comparte esta historia que afortunadamente no tuvo un desenlace fatal.

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