Muchas parejas deciden hacer de sus vidas una aventura, especialmente cuando son jóvenes, sin embargo, no todas las que lo intentan corren con la suerte de vivir una mágica experiencia.
Es el caso de Tanner Broadwell, de 26 años, y Nikki Walsh, de 24, de Colorado, quienes vendieron todo lo que tenían para comprar un velero Columbia de 1969 y vivir la mejor época de sus vidas sobre el mar abierto.
Vendimos todo para tener una vida llena de aventura y lo perdimos en 20 minutos».
Los dos estaban cansados del trabajo que estaban realizando y decidieron probar una nueva vida por el Caribe… ¡Ese sueño sólo les duró dos días!
Parece que la idea de Tanner y Nikki de cambiar su estilo de vida convencional para un estilo aventurero sobre un velero de 8,5 metros sin tener ningún tipo de experiencia en el agua no fue la más acertada.
El padre de Tanner los ayudó en el inicio de esta travesía viajando con ellos en el velero a lo largo de la costa del Golfo, desde Alabama hasta la ciudad de Panamá.
Luego la pareja se embarcó a realizar el viaje de sus sueños, pero asumieron un gran riesgo de navegar sin tener experiencia.
Lamentablemente el velero se hundió cerca de Florida al poco tiempo de haber zarpado, y con él también se hundieron los sueños y toda la inversión que habían hecho.
Compraron el velero por 5.000 dólares, gastaron otros 5.000 dólares para arreglarlo, y ahora se enfrentan a un costo de 10.000 dólares para sacarlo del agua.
Inicialmente todo apuntaba que esta aventura terminaría en una gran experiencia. Sin embargo, todo cambió cuando llegaron a John’s Pass, lugar donde planearon atracar por la noche de ese trágico día.
Esta pareja comenzó a tener dificultades para navegar por el canal y en instantes el bote impactó de manera abrupta sacando de cubierta a Nikki. No pasó nada de tiempo para que Tanner se diera cuenta de que la quilla había sido arrancada de la base del bote.
Cuando el agua comenzó a entrar en la cabina Nikki entró en pánico, casi sin poder hablar y con las manos temblorosas pidió ayuda a Sea Tow.
Sé que probablemente ante ellos parecía una loca, sin embargo, dijeron que llegarían en 40 minutos. Pensé que era mucho tiempo”.
Todo estaba muy oscuro y había mucha niebla y cuando llegó la ayuda el bote ya estaba colapsado de agua.
Me quedé ahí viendo cómo se perdía todo lo que poseía. Tenía mucha impotencia al ver mis cosas flotando y no poder hacer nada”.
La pareja y su mascota Remy no tuvieron más remedio que saltar por la borda.
Sólo les quedaron 90 dólares, su perrito y sus tarjetas de seguridad social. Realmente es muy poco lo que pueden hacer sin seguro, sin embargo, esta pareja aseguró que no van a rendirse y ni a abandonar su sueño.
Vamos a buscar otro barco en el camino, no vamos a renunciar a nuestros sueños”.
Esta pareja no sabe exactamente a dónde irán, ni qué harán, pero van a luchar por continuar con este sueño.
Comparte con tus amigos la historia de Tanner y Nikki, quienes afirmaron que esta no es la última de sus aventuras en el mar.