Xóchitl Guadalupe Cruz López es una niña mexicana, que a sus 8 años de edad, ya es considerada una niña prodigio al haber obtenido un reconocido premio de ciencia nuclear, otorgado por la una de las universidades más importantes de su país, la UNAM.
La pequeña, procedente de Chiapas, ha recibido el Reconocimiento del Instituto de Ciencias Nucleares a la Mujer, por caracterizarse en actitudes sobresalientes en el trabajo de divulgación científica, convirtiéndose en la primera niña en todo México que obtiene esta distinción.
El proyecto por el que obtuvo el merecido premio se trata de un calentador solar de agua, que ella misma, con la ayuda física de su padre, instaló en la azotea de su casa.
“Las personas de bajos recursos no tienen la posibilidad de comprar esos calentadores, entonces talan los árboles para conseguir leña y eso afecta al calentamiento global.
Por eso hice este calentador de agua que funciona con luz solar, es de bajo costo porque está hecho con materiales reciclados, no daña el medio ambiente, y ayuda a las personas de bajos recursos”, explicó la niña con la sencillez y la inteligencia natural que la caracteriza.
El hecho ha trascendido a los medios, ya que se trata de una familia de muy escasos recursos económicos, que reside en una zona rural, alejada de la tecnología y la comodidad; sin embargo, desde los 4 años, la pequeña manifestó su inquietud por la ciencia, sin que su familia pudiera apoyar sus inquietudes.
Xótchil, que cursa el tercer grado de primaria, declara que su invento tiene un costo de producción de 200 pesos (9 euros), debido a que los materiales usados son de fácil obtención, como botellas pintadas de negro, mangueras, trozos de madera y dos puertas de cristal de un viejo refrigerador. Además, explicó que es capaz de calentar hasta 10 litros de agua en un día.
«Los calentadores que tenemos actualmente son caros, y hay personas de bajos recursos que no tienen la posibilidad de comprarlos», sostiene la pequeña.
Su madre, Alma Irene López, se muestra muy orgullosa por la inquietud intelectual de su hija, quien ya en preescolar fue invitada a participar en el Programa “Adopta un Talento”, que incentivaba las vocaciones científicas de niños.
«Los niños trabajan en talleres extracurriculares donde desarrollan habilidades científicas, y después de 2 años, empiezan a hacer proyectos de investigación con impacto social que son sometidos a un jurado evaluador para elegir a los ganadores”, explicó Gabriela de la Torre, directora del programa.
«Nos comentó que quería hacer un calentador, nos explicó cómo funcionaba y le ayudamos a conseguir los materiales que necesitaba», narra la madre sobre los inicios del proyecto de su hija.
El hecho de que fuera reconocida con un premio nacional «fue una gran sorpresa», exclama orgullosa la madre de la niña.
Por su parte, el padre dijo que «ella se siente muy emocionada, al igual que nosotros, en haber concursado a nivel nacional y haber obtenido muchos logros”.
Ahora su sueño es crear un calentador más grande con paneles solares, por lo que está buscando el apoyo de universidades e investigadores.
Es increíble cómo una pequeña de tan corta edad puede aportar tanto a la humanidad. Sin duda, tiene un gran futuro por delante.
Esperamos que el ejemplo de Xóchitl se convierta en un megáfono para decirle a la humanidad que lo que importa es decisión y voluntad para conseguir un mundo mejor. ¡La historia de esta pequeña merece ser difundida! Compártela en tus redes.