Los zoológicos suelen parecer lugares pacíficos con animales siempre contentos, pero eso no siempre significa que funcionen adecuadamente. Este es el caso del South Lakes Safari Zoo de Cumbria, Inglaterra, donde una serie de eventos lamentables han venido manchando la reputación de la institución.
La controversia no es reciente; desde enero del 2013, se ha reportado la muerte de más de 500 animales, además de la muerte de una cuidadora, Sarah McClay (de 24 años), empleada del zoológico, siendo agredida y mutilada por un tigre que escapó de su jaula en mayo del 2013.
La cifra podría llegar incluso a unos 1500 animales fallecidos, producto de las actividades internas del zoológico, según señalan las autoridades encargadas durante las recientes inspecciones.
Además de ello, se señala también el sacrificio de 12 babuinos por carecer de espacio suficiente, la muerte de dos cachorros de tigre, el sacrificio de dos jirafas adultas, la muerte de un reno por picaduras de insectos y el deceso de un canguro a raíz de una infección dental.
Aunque su licencia fue revocada desde el 6 de marzo del 2017, parece que los problemas dentro del recinto no encuentran solución. En esta ocasión, Nero, un león africano de 4 años de edad, falleció después de 4 días de agonía a cargo de autoridades del zoológico, en circunstancias que dejan qué pensar a los investigadores del caso.
Las circunstancias apuntan a que fue envenenado con carne contaminada con barbitúricos, siendo suficiente como para solicitar una investigación con carácter criminal que permita determinar la responsabilidad de los involucrados en tan trágico suceso. Se presume que la carne adquirida para alimentar al animal ha sido la causante de su intoxicación.
La Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad Animal (RSPCA, por sus siglas en inglés), comenzó a desarrollar averiguaciones para esclarecer el caso.
Un representante de esta organización señaló su preocupación por el fallecimiento de Nero, quien se suma a la lista de trágicas pérdidas, al tiempo que indicó que se descubrían más casos conforme avanzaban las inspecciones.
Deficiencias en el servicio de atención veterinaria, mala administración y muertes completamente evitables fueron los resultados de la inspección llevada a cabo en 2017, elementos que evidentemente han incrementado los índices de mortalidad de los animales.
El miembro del parlamento, John Woodcock, se ha puesto a la completa disposición para solucionar el problema con la administración, denunciando públicamente los sucesos.
Nero era el favorito tanto de visitantes como de los propios cuidadores, quien quedará marcado como un emblema de nobleza en sus corazones.
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