A una pareja les ordenaron abandonar un vuelo de Emirates Airlines con destino a Dubái minutos antes del despegue el avión después de que una azafata escuchó que la mujer tenía dolores causados por su proceso de menstruación.
Mientras la azafata realizaba el chequeo de los pasajeros logró escuchar cuando Beth Evans, una maestra de 24 años le dijo a Josh Moran, su novio de 26 años, que sentían un fuerte dolor abdominal por su menstruación.
Esto fue suficiente para que tras un interrogatorio los expulsaran del avión por motivos de salud.
La tripulación de Emirates Airlines decidió que la maestra requería una evaluación médica previa al viaje de siete horas. Normalmente cuando ocurren estos casos las personas son evaluadas por un personal médico que indique que el pasajero no corre ningún peligro durante el vuelo.
Pero debido a que no había un médico disponible en el momento, la pareja se vio obligada a abandonar el avión.
Lamentablemente la pareja tuvo que desembolsar otros 520 dólares cada uno para volver a reservar sus vuelos a Dubái. Según las políticas, cuando un pasajero se baja del avión automáticamente pierde su vuelo y la empresa no se hace responsable cuando son casos de salud.
Beth estaba muy enojada y no pudo detener el llanto durante el interrogatorio de la azafata.
Es vergonzoso tener que explicar sobre los dolores menstruales cuando una persona extraña lo escucha por casualidad».
Para estos casos las Aerolíneas deberían adoptar un método más diplomático que no exponga al público temas que violenten la privacidad de las personas.
No hicieron nada para evaluarme, simplemente alegaron que no había un médico disponible en ese momento, y que no podía abordar el avión hasta que un médico lo indicara”.
Las aerolíneas pueden negarse a transportar pasajeros con condiciones que puedan empeorar o tener severas consecuencias durante el vuelo. No hay leyes que obliguen a las aerolíneas a reembolsar el dinero del boleto a los pasajeros que son expulsados por motivos que pongan en peligro su estado de salud.
Después de pasar un mal rato, finalmente la pareja llegó a la ciudad de Dubái en el siguiente vuelo tras una evaluación médica, pero sin recuperar el dinero.
Beth informó que apelaría a las leyes porque la línea aérea no contaba con un médico que pudiera determinar el nivel de riesgo de su salud que alegó la tripulación del Avión.
Afortunadamente esta pareja pudo disfrutar de sus merecidas vacaciones, aunque debido a este incidente su presupuesto inicial fue excedido. Comparte esta historia, quizás a muchos les pueda ser de gran utilidad.