El 8 de marzo es el día internacional de la mujer, día en que miles de mujeres salen a las calles para una vez más seguir en la lucha por la reivindicación de sus derechos. Pero tristemente, aunque a nivel mundial se han logrado grandes avances para conseguir la igualdad de género, en determinadas culturas todavía siguen habiendo atropellos que nos escandalizan por completo.
Y así fue como un hombre indio, por el día internacional de la mujer, decidió honrar a su esposa por haberle dado una niña en lugar de un hijo varón: quemarla atrozmente con ácido, ese era el pago por el supuesto crimen de no haber satisfecho su capricho.
Farah, de 25 años de edad, fue severamente quemada por su marido Siraj, también conocido como Bhura, en la ciudad de Moradabad, cerca de Nueva Delhi, India.
Mientras la joven se encontraba dormida, decidió arremeter contra ella derramando ácido en su cara y en su cuerpo porque supuestamente ya había dado a luz a 2 hijas mujeres, sin cumplirle la dote prometida cuando se casaron: un hijo varón.
El joven de 32 años es ahora buscado por la policía por causar voluntariamente severas lesiones con ácido a su esposa.
Farah fue trasladada de inmediato al hospital del distrito después del ataque cobarde por parte de Bhura; llegó en estado grave con varias quemaduras en la cara, las manos y el abdomen.
Su hermana Nusrat Jahan dijo que la joven se casó con el contratista laboral hace ocho años, pero que «comenzaron a discutir el año pasado cuando exigió una dote».
Ella dijo que el reciente nacimiento de la segunda hija de Farah fue el desencadenante del brutal ataque con ácido.
Farah, por su parte, dijo que comenzó a experimentar una serie de rechazos y malos tratos por parte de la familia de su esposo desde el nacimiento de su primera niña, altercados que se intensificaron hasta golpearla.
«Después del nacimiento de la primera niña, mis suegros comenzaron a atacarme como si dar a luz una niña hubiera sido deliberado de mi parte», dijo.
“El acoso se intensificó a medida que pasaba el tiempo. Durante el último año, las cosas se pusieron realmente mal».
Pero la situación se tornó verdaderamente crítica con el nacimiento de la segunda niña, dice Farah.
«Intenté vivir con la dosis diaria de tortura pensando en el bienestar de mis hijas. Me preguntaba si dejar a Siraj era la mejor opción, pero después pensaba en quién se encargaría de mis dos hijas y de mi misma, y me resigné”.
«Pero jamás pude imaginar que llegaría al extremo de quemarme con ácido. No lo perdonaré por esto nunca”, exclamó la pobre mujer.
Ahora se recupera en el hospital junto a sus familiares que la acompañan, y espera que la justicia actúe en este horrible caso de agresión.
Abusos de este tipo no pueden quedar en la impunidad. Ya es hora de que la comunidad internacional tome medidas drásticas. ¿Cuándo llegará el día en que tantas miles de mujeres queden libres del brutal sistema machista que las oprime?
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