Desde que la joven Annie Shi se mudó de su casa para ir a la universidad, el otoño pasado, la dinámica familiar ha cambiado mucho. Por supuesto, lo normal es que sus padres la echen de menos, pero ellos son dos personas que comprenden cómo funcionan los ciclos de los seres humanos.
No ocurre lo mismo con su perrita Tara, quien mientras tanto ha tenido un poco más de dificultades para aceptar la ausencia de Annie. Ellas son inseparables, son las mejores amigas, antes se acurrucaban en la cama para dormir noche tras noche… Por supuesto, la chica está confundida y la extraña.
Annie le pidió a sus padres que le manden fotos de Tara, para no tener que perderse de nada, y fue así como se enteró de lo que estaba haciendo esta chica para sobrellevar su ausencia. También era evidente que sus padres le daban mucho cariño a la perrita, pero eso no evitaba que siguiera buscando la compañía que más le hacía falta.
«Ella me extraña. Tanto así, que ha estado haciendo que mis padres le abran la puerta de mi habitación, para entrar y quedarse allí mientras yo no estoy», dijo Annie.
Apenas Tara se daba cuenta de que el cuarto estaba vacío, en su actitud se notaba cómo se le rompía el corazón y se iba caminando decepcionada. Claramente ese lugar es su favorito en el mundo, pero faltaba lo esencial: la compañía de la joven que se fue.
El papá de Annie estaba muy conmovido con la actitud de Tara, así que en vez de continuar permitiendo que entrara al cuarto, lo viera vacío y se fuera triste, tuvo una genial idea que haría todo un poco más llevadero. Empezó a usar el cuarto de su hija como oficina… Su presencia cotidiana allí lo cambió todo.
«Tara no se queda en el cuarto si no hay nadie acompañándola, así que mi papá ha estado trabajando en mi cuarto todos los días», comentó Annie.
De esa forma, mientras él está concentrado en el escritorio, la chica se acurruca en la cama tal como en los viejos tiempos. Ahora, mientras Tara se adapta a su nueva rutina, Annie sospecha que su papá hace esto por razones más profundas que los lamentos de la perrita. «Puede ser porque también me extraña mucho», dijo.
Tara y el papá de Annie siempre han tenido una buena relación, pero sin duda se han acercado mucho más últimamente, porque comparten el sentimiento… Annie les hace mucha falta. La tradición que mantienen diariamente los acerca a ella. Es muy tierno.
Afortunadamente, a pesar de haberse ido a la universidad, Annie sigue pasando tiempo con su familia. Va a visitarlos cada vez que puede. «La extraño mucho, el viaje hasta casa dura unas tres horas… Ella siempre está ansiosa de verme», contó Annie refiriéndose a Tara.
Durante sus visitas, Annie se siente feliz de que Tara siempre esté rodeada de personas que la quieren mucho, y que su cuarto –antes vacío– siga lleno de amor mientras ella no está en casa.
Los perros son seres muy sensibles e inteligentes. Tara es afortunada por la familia que tiene, y ellos también lo son por tenerla. Te invitamos a compartir esta tierna historia con tus amigos y familiares.