Sonia Cytrowska, secretaría de 28 años originaria de Gdynia, Polonia, decidió dejar de afeitarse el vello corporal porque estaba cansada de la presión de la sociedad sobre las mujeres para se mantengan siempre depiladas.
Para ella es injusto que se le exijan a las féminas que siempre deban estar depiladas y libres de cualquier tipo de vellosidad especialmente en las áreas del cuerpo que son expuestas por no tener ningún tipo de prenda.
Es por ello que desde el año pasado Sonia dejó de lado a las afeitadoras para siempre, y desde entonces no ha mirado atrás. Ella reconoce que su marido tardó un poco en apreciar su nuevo aspecto.
Ella dice que la sociedad ha presionado para crear una imagen de la mujer, donde su aspecto no tiene vello corporal porque es visto como algo muy anti-higiénico en el siglo XXI.
Ahora quiere mostrarse de manera natural y sin prejuicios, pide no ser señalada por querer ser diferente, por dejar de ser una esclava de su propio cuerpo y aprovechar ese tiempo para compartir con sus seres queridos.
Elijo dejar de afeitarme porque me siento hermosa y es muy cómodo vivir de esa manera”.
Comenta que sus publicaciones han servido de apoyo a las mujeres que le han enviado mensajes confesando que se encuentran en el mismo punto donde ella se encontraba hace un año.
Hablo con ellas, a veces nos intercambiamos fotografías y nos apoyamos”.
Sonia reveló que pasaba al menos 3 horas semanalmente para quitarse el vello corporal de las axilas, el ombligo, partes íntimas y las piernas.
Me he estado afeitando desde que tenía 12 años y toda mi vida me sentía peor y menos digna que otras chicas que no tenían tanto vello corporal en sus cuerpos como me aparecía a mí.
Al principio, su esposo se sorprendió porque la conocía desde hace 8 años y sabe que siempre se ha depilado. Hasta el día en que le comunicó que no lo iba hacer más.
Fue un choque de cultura para él, pero con el tiempo ha entendido que es una nueva etapa que quiero vivir en mi vida sin sentirme descalificada por la sociedad».
Aunque él hubiese preferido que ella estuviera afeitada corporalmente, conversaron mucho sobre el tema y entendió lo importante que era para ella vivir con su vello corporal natural y decidió aceptarla y apoyarla.
Hubo tiempos difíciles, pero ganó el amor y el compromiso”.
Sonia admitió que lo más difícil era aceptarse a sí misma y sentirme confiada con su cuerpo sin depilar frente a los demás.
Aún tiene días en los que se siente presionada para lucir bajo los estereotipos impuestos por la sociedad, pero espera que a través de las redes sociales pueda mostrarles a otras mujeres que tener vello corporal es normal y hermoso.
Mi mayor sueño es ver en las calles de las grandes ciudades a mujeres afeitadas y mujeres sin afeitarse y que ambos estilos sean aceptados, porque lo que hacen con su cuerpo es su elección”.
Ciertamente es una decisión personal y que no genera daño a terceros. Comparte la historia de Sonia con tus amigos, nos gustaría conocer tus comentarios sobre el tema.