Alguien que llegaba tarde a su casa una noche en Potters Bar, Inglaterra, encontró una bolsa refrigerante con la cremallera cerrada justamente en la entrada. Algo adentro se movía, y se acercó preocupado a ver qué era… Se trataba de un gatito muy asustado y confundido que estaba allí esperando a que alguien lo ayudara.
¿Quién metería a un gato en una bolsa para después cerrarla así? Es algo que se escapa de nuestra comprensión… Aquél que por fortuna lo encontró estaba indignado, y enseguida contactó a la RSPCA en busca de ayuda. Una mujer de la organización llamada Kate Wright respondió la llamada, llegó en poco tiempo, y al ver al chico sintió tristeza… Solo tenía 7 meses de nacido.
«El joven gato no está esterilizado ni tiene microchip. Es muy amigable y por supuesto no merece ser lanzado a la calle en una bolsa de compras, además, sellada por fuera«, dijo Kate en un comunicado de prensa.
Al chico lo llevaron al refugio RSPCA Southridge Animal Center, donde el personal decidió llamarlo Spencer. A pesar de su mala experiencia, Spencer se comportó con increíble dulzura y fue amistoso con cualquiera que se le acercara. Eso sí, era muy bonito, pero al mismo tiempo hacía aún más desconcertante el que alguien fuese capaz de dejarlo en esas condiciones tan crueles.
«Nunca hay excusa para abandonar a una animal de esa forma y el pobre Spencer seguro estaba confundido, asustado y muerto de frío. No se sabe durante cuánto tiempo estuvo allí, pero tenía mucha hambre cuando lo trajimos», continuó contando Kate.
Afortunadamente, ahora está a salvo y pronto podrán ponerlo en adopción. Qué suerte que el dueño de la casa pasó y decidió mirar dentro de la bolsa; de lo contrario, quizá el pobre Spencer estaría allí todavía. La RSPCA sigue en busca del culpable, para prevenir que ocurra algo así de nuevo.
«No había cámaras de seguridad en el área, así que hacemos un llamado a cualquier persona de esa zona que haya visto a alguien con una bolsa refrigerante, o cualquier movimiento inusual en Park Avenue alrededor de las 11:30 p.m. Pueden ponerse en contacto con nosotros», dijo Kate.
La labor que hacen en RSPCA es admirable, qué bueno que este chico encontró en su camino personas bondadosas después de semejante experiencia tan terrible. Abandonar a un animal es un acto cruel, pero dejarlo dentro de una bolsa cerrada, que no puede abrirse desde adentro, no tiene nombre…
Condenamos ese acto de crueldad y esperamos que la vida de Spencer, que ya cambió para mejor, termine de brillar cuando lo adopten y le den un hogar cálido, lleno de amor, para siempre…