Cuando este gatito llamado Odin tenía apenas un año, su familia lo llevó a un refugio porque «no les gustaba su actitud». Reclamaron que era muy enérgico y que tenía problemas de comportamiento, así que decidieron que ya no lo querían… Hasta preguntaron en el refugio si podían ponerlo a dormir.
«En el refugio estuvieron devastados con la idea de que alguien quiera poner a dormir a un gato solo por comportarse como gato«, dijo Alaina, su nueva mamá. «En vez de hacer eso, se lo llevaron para cuidarlo».
El pobre Odin fue rechazado, y además de eso tenía un ojo gravemente infectado cuando llegó. Eso le causaba un dolor intenso, por lo cual tuvieron que removérselo. El chico se convirtió en un gato de un ojo. Pero a pesar de ese problema, en el refugio todos sabían que se trataba de una increíble mascota. Cualquier familia sería afortunada de tenerlo…
Primero, se fue a vivir con una señora que trabajaba en la clínica veterinaria en la que le practicaron la cirugía; pero desafortunadamente, ella no pudo quedarse mucho tiempo con él. Después de eso, su futura mamá se enteró de su existencia.
«Supe gracias a mi compañera de habitación que una amiga de ella tenía a un Ragdoll de un solo ojo que necesitaba hogar. Así que fui a conocerlo, me contaron su historia… Me alteró tanto escuchar con lo que tuvo que lidiar el chico que decidí adoptarlo y traerlo a nuestra familia«, dijo Alaina.
De inmediato pudo ver que Odin es un gato dulce, que solo necesitaba una oportunidad. Sintió que su destino era formar parte de su familia, por eso lo llevó a casa. En vista de su duro pasado, no sabía cómo iba a adaptarse, pero hasta ahora ha demostrado ser la mascota perfecta.
«Le gusta acostarse a mirar hacia afuera para ver qué está pasando, además en múltiples ventanas de la casa lo vemos siempre mirando a los pájaros. Asombrosamente, también le agrada lanzarse en el agua para bañarse con personas. Es peculiar, es nuestro bebé peludito».
A Odin lo adora su nueva familia, ninguno puede creer cómo alguien fue capaz de dejarlo. Tener un solo ojo no parece detenerlo en ningún aspecto; según ellos es como cualquier otro gato, su actitud es característica de su especie. Es dormilón, juguetón, y le encanta recibir amor.
Es increíble que a este dulce chico su familia anterior lo haya querido poner a dormir. Qué terrible lo que pudo haber ocurrido si caía en las manos equivocadas. Menos mal que se acercaron a un refugio de personas buenas que entendieron la situación y le dieron a Odin una segunda oportunidad en este mundo. Ahora, tienen la tranquilidad de que está en un lugar donde lo aman tal como es.
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