Esta historia nos revela que el amor definitivamente ayuda a sanar el dolor de la pérdida de un ser querido. ¡Es un ejemplo de empatía entre un gran ser humano y esta madre mapache!
Aproximadamente 4 años atrás, esta mapache con una condición especial, su ceguera, llegó a un veterinario de la ciudad de Nueva York, estaba envenenada y peor aún estaba embarazada.
El destino de sus crías era muy incierto, el veneno ya corría por su sangre y aunque sus bebes nacieron en el centro donde estaba siendo atendida, lamentablemente perdieron la vida a causa del veneno.
La madre mapache logró sobrevivir y fue trasladada a un refugio para su recuperación y así volver a su vida silvestre.
Nube, fue el nombre que recibió esta madre mapache, se fue ganando el amor de cada uno de los voluntarios que conocieron su historia y entendían la tristeza que estaba sintiendo.
En este refugio se encontró con un personal que la cuidó con mucho cariño, especialmente una mujer que arriesgó su carrera por obedecer a su corazón que se lleno de dudas al sentir que Nube no estaba preparada aún para valerse por sí misma al dejarla en un ambiente silvestre.
Esta gran mujer decidió mantenerse en el anonimato, aunque desconocemos su nombre, podemos decir que sí conocemos el inmenso corazón que lleva en su pecho y trasciende a los animales del refugio irradiando amor y alegría por verlos vivir felices y sanos.
Ella tomó un gran riesgo al decidir mantener a Nube, pudo haber perdido su licencia.
El Estado es muy firme cuando establece que no debe haber un mapache en la ciudad de Nueva York si éste ya se encuentra habilitado para estar en su hábitat natural.
Está prohibido mantener un mapache después del 31 de mayo de su segundo año, luego de cumplir el plazo establecido deben ser liberados cerca del 31 de mayo.
La apariencia de Nube podría indicar que sí estaba preparada para defenderse sola, sin embargo emocionalmente aún estaba débil y fue justamente eso fue lo que esta mujer percibió de ella y por eso decidió correr el riesgo de mantenerla un tiempo más.
¡Nube siempre fue muy agradecida con su cuidadora! Durante ese primer año Nube estaba en duelo por la pérdida de sus bebes, sin embargo cada primavera para los siguientes 4 años Nube fue la madre perfecta para cuidar y proteger a los bebes que llegaban al refugio huérfanos, las madres también eran envenenadas, habían sido atrapadas, o muertas con armas de fuego, entre otras causas.
La experiencia de ver cómo estos pequeños mapaches querían a Nube fue maravillosa, Nube los adoraba y cuidaba como si fueran sus propios hijos… ¡Es una gran madre!
Sin pasar mucho tiempo Nube sorprendió a su cuidadora con un nuevo embarazo y dando a luz a sus crías.
Su entrega y dedicación era digna de ejemplo, sus bebés siempre estaban protegidos y cuidados por ella, nunca les faltó el amor y atención por parte de Nube.
En la primavera siguiente al nacimiento de los bebés, estos fueron colocados en su medio natural y en seguida Nube mostró que estaba dispuesta a seguirlos, fue cuando ya todo indicaba que estaban listos, tanto física como emocionalmente a seguir con su vida en su habita natural.
La mujer comenta que la he extrañado mucho, pero ella desde el principio estaba muy consciente de que ese momento llegaría, porque cuando decidió quedarse, era hasta que estuviera emocionalmente fuerte. Nunca fue para quitarle su derecho a ser libre.
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