Sin que nos quede la menor duda, las mascotas son seres que llegan a nuestras vidas con el propósito de darnos afecto y fidelidad por el resto de las suyas y lo único que requieren es nuestra reciprocidad a través de protección y amor.
Miles y miles de seres humanos eligen llevar a su vida la compañía de un animal domesticado, resultando para ellos un verdadero placer y privilegio; no obstante, para muchas otras, las mascotas son una fastidiosa responsabilidad que es mejor no adquirir… ¡No saben de lo que se pierden!
Quien tiene una mascota, disfruta del amor más puro e incondicional que existe en la tierra. Las mascotas nos ofrecen la más fiel compañía de vida, sin reproches, sin prejuicios, sin reclamos, sin dudas ni desconfianza.
Nos acepta tal y como somos, y mejor aún, ¡disfrutan de ello! Incluso siempre preferirán estar a nuestro lado valorando cada instante que comparten con nosotros.
Una mascota reconoce nuestro olor, nuestros pasos, nuestro tono de voz y hasta nuestras emociones… y nunca pide nada a cambio, siempre se atiene a nuestras decisiones y una simple caricia bastará para reconciliarnos con ella.
Sucede que las mascotas no únicamente nos brindan compañía, también disminuyen nuestra soledad y además tienen el inmenso poder de elevar nuestra autoestima al hacernos cargo de ellas, contribuyen a conservar nuestra buena salud al mantenernos activos y son una fuente constante de vitalidad y energía.
Las mascotas no solamente representan diversión, nos brindan alegría en general y disminuyen el estrés, pero lo más beneficioso y positivo de estos animales de compañía, es que nos brindan lealtad, nos reciben plácidamente cada día al final de nuestra ajetreada rutina.
Las personas que conviven e interactúan con animales rara vez se sienten solos; si eres una de ellas encontrarás en estos animalitos sus oídos siempre en disposición de escuchar y guardar silencio, que es lo que muchas veces deseamos.
Ellos nos manifiestan sus emociones con una simple mirada, su lealtad nos reafirma el compromiso de amarlas y sabemos que estarán con nosotros incondicionalmente.
Independientemente de la mascota que escojamos para compartir nuestros días, se hace evidente la conexión que tienen con los seres humanos, ellos nos llegan a conocer de tal manera que suelen intuir si estamos tristes, alegres, ansiosos o enfermos.
De hecho, vemos cómo muchas mascotas se acercan a sus amos en actitud sumisa tristeza o molestia; se ha demostrado incluso que muchos animales detectan la presencia de enfermedades.
Qué bendición representa lograr el disfrute de esta compañía en tu vida, qué ventaja tienen aquellas personas que logran aprovechar este vínculo con los animales y cuántas lecciones de sabiduría pueden enseñarnos estos seres.
¡No te vayas sin compartir esta hermosa nota con tus amigos!