La perrita de un hombre fue quien le alertó que algo estaba fallando en su organismo y le salvó la vida.
Está comprobado que los perros tienen un alto sentido de la intuición y hacen lo posible para proteger a los seres que aman.
Incluso advierten a sus dueños sobre situaciones de peligro en casa, como incendios, la presencia de un intruso, o cuando un niño está en riesgo.
Dicen que los perros son los mejores amigos del hombre y nada más acertado, su lealtad y el amor que ofrecen es incomparable.
Curtis Young tenía un tumor en la cabeza que estaba creciendo y era un gran peligro, pero él ni siquiera tenía idea, hasta que su perrita le avisó qué algo andaba mal.
El tumor de Curtis estaba presionando su cerebro y en menos de seis meses le ocasionaría una parálisis y en un año le causaría un desenlace fatal.
Cuando hay un diagnóstico así, el tiempo es determinante para revertir un mal pronóstico en el paciente. Y a veces, no hay síntomas que permitan identificar prematuramente la enfermedad.
Curtis no sabía que algo andaba mal, hasta que su perrita Pinscher le salvó la vida.
Era el 2005 y Young ya tenía un tumor que no había notado, una tarde mientras descansaba en un sofá en su casa, la pequeña mascota se acercó y comenzó a morder y rascar la parte trasera de la cabeza de Curtis.
Así fue como la perrita comenzó a advertirle que algo sucedía en su organismo. En reiteradas oportunidades se acercaba a su cabeza alarmada, queriendo avisarle que había un riesgo.
Como esto era demasiado extraño, e incluso llegó a pensar que sufría de caspa, o alguna afección decidió visitar al médico.
Confío en la insistencia de su perrita, y acudió a recibir asistencia médica. Finalmente, después de ser sometido a una resonancia magnética le diagnosticaron un tumor cerebral.
A Curtis lo operaron de urgencia para retirar todas las células malignas de su cerebro y prevenir que afectara el resto de su organismo. Necesitaba recibir tratamiento cuanto antes.
Después de la cirugía eliminaron por completo el tumor y, lamentablemente, perdió la capacidad auditiva de su oído derecho.
Después de un tiempo, una día cualquiera, la perrita lamió la espalda de Curtis. A pesar de que él la alejaba, ella insistía en acercarse a esa área de su cuerpo.
Su actitud era similar a la que tenía cuando le advirtió sobre el tumor cerebral.
Esto extrañó a Curtis de nuevo y decidió que era buena idea ir a un chequeo médico.
Nuevamente, lograron encontrar a tiempo un tipo de cáncer en la piel de Curtis. Gracias a su pequeña y canina compañera su vida se salvó.
Young dice que su mascota es muy especial, no cabe duda de eso, es toda una heroína.
Muchos veterinarios han dicho que los perros tienen la capacidad de oler y detectar el cáncer, es por eso que lo que hizo esta amiguita no es una casualidad. ¡Qué afortunado es Curtis al tenerla!
Tristemente, a pocos días de la Navidad de 2009, la pequeña se enfermó de gravedad y muchos veterinarios sugerían que lo mejor era sacrificarla.
Por suerte, Young no se dio por vencido y encontró quien pudo salvar a su pequeña compañera.
La vida de Young ha cambiado radicalmente, ha pasado por un divorcio y su perrita por una operación de cataratas, pero ambos siguen juntos y fieles el uno con el otro.
¡Es fantástico contar con amigos como esta pequeña!
Sin duda este par serán inseparables después de todo lo que han pasado juntos, la perrita de Curtis le salvó la vida y siempre será su fiel compañera.