La historia del pequeño Dylan está conmoviendo al mundo, el pequeño vive en Inglaterra y ha estado luchando contra el cáncer de pulmón desde diciembre de 2015 cuando fue diagnosticado.
Todo comenzó cuando sus padres lo llevaron al hospital porque padecía problemas respiratorios, después de someterlo a algunas pruebas, comprobaron que el 80% de sus pulmones estaban cubiertos de tumores.
Los médicos lo diagnosticaron con histiocitosis pulmonar de células de Langerhans, una afección muy extraña.
Dylan fue sometido a un tratamiento médico y necesitó ser ingresado en la unidad de cuidados intensivos hasta que se recuperó.
Pero poco tiempo después contrajo una neumonía bacteriana que complicó su diagnóstico afectando de forma muy grave sus pulmones.
Lamentablemente el pronóstico era devastador, el estado de salud de Dylan se fue deteriorando cada día hasta que quedó en coma. Los médicos les explicaron a sus padres que no había casi ninguna posibilidad de que el niño lograra sobrevivir.
Así que ante un panorama tan desolador tomaron la dura decisión de desconectarlo del soporte vital en el Queens Medical Hospital donde permanecía ingresado.
“Los médicos nos dijeron que no íbamos a poder recuperarlo. Todas las configuraciones de las máquinas a las que Dylan estaba conectado estaban en su punto más alto e incluso así él estaba luchando.
Los pulmones de Dylan estaban colapsados, tenían tantos agujeros como un queso suizo, el 20% restante fue afectado por la infección que sufrió.
Además, sus riñones no estaban funcionando y tenía una hemorragia interna en el estómago, no estaba respondiendo a los antibióticos y era probable que sufriera un paro cardíaco en cualquier momento.
Lo bautizamos y toda la familia vino para poder despedirse de él”, relataron sus padres.
Pero justo antes de desconectarlo de la máquina, los médicos retiraron la medicación que le administraban y comenzaron a sedarlo cuando su frecuencia cardíaca se normalizó.
Finalmente el domingo de Pascua, el niño comenzó a moverse y despertó del coma ante el asombro de todos los presentes.
El 04 de abril de 2017 lo desconectaron del soporte vital pensando que se iría para siempre sin imaginarse que ese día comenzaría una vida nueva junto a su familia.
Con el tiempo los niveles de oxígeno de Dylan comenzaron a mejorar, los médicos especialistas realizaron estudios para comprobar que se encontraba estable y el 16 de mayo le dieron el alta.
El 21 de julio Dylan habría terminado de recibir su tratamiento contra el cáncer.
“Dylan es nuestro milagro. No soy muy religioso, pero sí creo que es un milagro. Cuando se lo dijimos a nuestro hijo mayor, él dijo: ‘es como Jesús’ porque lo estaba aprendiendo en el colegio”, relataron los padres del pequeño.
Su historia se convertido en una esperanza para todos, Dylan logró recuperarse por completo de su enfermedad y ganó la batalla. Sus padres están apoyando a una organización benéfica que ayuda a pacientes jóvenes con cáncer y se sienten muy agradecidos de que su pequeño haya tenido otra oportunidad.
Vale la pena compartir finales felices como este, jamás debemos perder la esperanza, no hay nada imposible.