El reciente caso del pequeño Edward, de 3 años, que murió en el estado de Oaxaca, México, tras ser intervenido quirúrgicamente por el médico Luis Alberto Pérez Méndez, ha desatado una intensa polémica en las redes sociales, en la opinión pública y en la comunidad médica, que ha defendido en todo momento al pediatra detenido.
Tras la detención de Pérez Méndez el pasado 2 de abril, para los médicos mexicanos y para una buena parte de la población, considerada como injusta, numerosas reacciones se suscitaron en México.
El pequeño Edward Trujillo Luna fue intervenido por Pérez Méndez después de presentar una fractura de brazo. Y la causa de su detención fue el hecho de haber conocido de antemano que el pequeño no estaba en ayunas, y a pesar de eso haber intervenido al niño causando la broncoaspiración y su muerte, por una reacción alérgica.
Sin embargo, la madre ha desmentido la versión de que el fallecimiento haya sido por una alergia.
Los médicos manifestaron sentirse desprotegidos, ya que no tienen protección legal ante los casos de muerte de pacientes, pues no existen jueces especializados en materia médica que puedan determinar cuándo un doctor está actuando con negligencia, dolo, o si el fallecimiento es una consecuencia del procedimiento efectuado.
Se discute si la muerte del pequeño fue verdaderamente producto de una negligencia médica, o si el resultado de la muerte fue producto de una reacción inesperada del organismo del niño, ante la cual no habría premeditación y «homicidio doloso», como lo acusan al doctor.
En días anteriores, se barajaba la posibilidad de que en caso de ser hallado culpable, el médico podría pasar de 6 a 20 años de prisión. Y fue por eso que miles de personas defensoras de los derechos de los médicos salieron a las calles exigiendo su liberación inmediata.
Según Rubén Vasconcelos, Fiscal General del Estado, tras la necropsia se encontraron niveles excesivos de anestesia que le causaron la muerte al menor, y sostuvo que se considera homicidio doloso con agravantes porque los médicos no previeron una posible complicación durante la operación.
«Al parecer fue un caso de anafilaxia, que es una reacción alérgica del paciente a algún medicamento y puede provocar hinchazón en vías respiratorias de manera súbita, por lo que hay que reaccionar rápidamente», explicó por su parte la ginecóloga Patricia Sánchez Reyes.
La doctora señaló que la anafilaxia es una condición muy complicada de prever, «pues no se puede saber a qué medicamentos un paciente puede ser alérgico».
El argumento que ha mantenido todo el tiempo el equipo de médicos ha sido el que ningún médico tienen la intención tácita de matar, y así lo sostienen en el caso de Pérez Méndez.
«Nos juzgan abogados que no tienen conocimiento sobre la cuestión médica, y por ello somos susceptibles a tener este tipo de dictámenes», aseveró un especialista en Derecho Médico.
Tras pasar 10 días de la detención del traumatólogo pediatra, finalmente el Tribunal Superior de Justicia, ha decidido dictar su inmediata libertad este jueves, del penal de Ixcotel, Oaxaca, donde permanecía recluido.
El organismo informó que la orden de liberación se dictaminó debido a que se encontraron vicios en la causa penal que había sido vinculado a proceso y sujeto a prisión, pero ahora seguiría su proceso en libertad.
«De esta manera, se sientan las bases para esclarecer y hacer justicia en los lamentables hechos en los que se vio involucrado el Dr. Pérez Méndez, al intervenir quirúrgicamente a un menor que posteriormente falleció. Es evidente que un médico en el ejercicio de su profesión busca el bienestar de su paciente y en sus acciones en ningún momento existe la voluntad de producir un daño», señaló el Tribunal.
«Lo logramos, lo logró todo este movimiento nacional porque no tuvimos miedo de enfrentar a las autoridades por una injusticia terrible, que ojalá que nunca vuelva a pasar», dijo un representante del movimiento #YoSoyMedico17.
Debate
Por su parte, los padres del pequeño, Daniela Trujillo Ramos y Hussein Luna Avendaño, se mantienen indignados y apelan al buen juicio de los profesionales de la salud para que no influyan ni entorpezcan la investigación.
«No quiero que a partir de este chantaje que están haciendo los médicos, el Tribunal ceda a su favor… Se lo han llevado a su terreno personal, si tocan a uno, tocan a todos, han dicho… Eso no puede ser. ¿Dónde queda su juramento hipocrático?», declaran los padres.
Esperamos que la petición de los padres sea escuchada y que en la decisión final del Tribunal prevalezca la justicia.
¿Y tú consideras justa la liberación del médico acusado de negligencia médica? ¿Crees que la presión de la comunidad médica puede influir para que no se haga justicia con el pequeño Edward? Comparte tu opinión con tus amigos