En algunas zonas rurales de la India las estadísticas de maltrato y abuso sexual infantil son alarmantes, lamentablemente este tipo de crímenes cobra vidas inocentes a manos de desalmados.
La violación en grupo y el asesinato de Asifa, una niña de 8 años estremeció a la comunidad de Kathua, una localidad al norte de la India, la menor fue secuestrada, sedada y posteriormente abusaron de ella en grupo durante días.
Los secuestradores acabaron con su vida y arrojaron su cadáver en un bosque en Jammu y Cachemira, pero no hay a quien reclamarle justicia por el hecho ya que las autoridades policiales decidieron encubrir a los autores del atroz crimen.
Hasta el momento, cuatro funcionarios de la policía han sido detenidos por encubrir el crimen después de que los padres de la pequeña llamada Asifa denunciaran su desaparición, ellos son una familia muy pobre que clama porque no quede impune el asesinato de su pequeña.
En las calles se han congregado miles de personas para repudiar el crimen que acabó con la vida de la niña mientras la policía que debería estar comprometida a velar por su bienestar participó como cómplice.
Esta semana murió un hombre en la misma localidad que se encontraba bajo custodia policial tras acusar a un legislador de Bharatiya por secuestrar y violar a su hija de 16 años.
Este caso y el de Asifa ha motivado a la población a pedir justicia por todas las víctimas de violencia sexual.
Feroze Mithiborwala, un organizador de una de las protestas en Bombay, comentó ante los medios de comunicación que: “Ambos casos han sacudido la conciencia del país, han sacudido los corazones y las almas de las personas”.
En los próximos días se convocaron protestas pacíficas en Nueva Delhi, Hyderabad, Chennai y Calcuta.
Las víctimas de abuso sexual en la India temen denunciar los ataques, todavía se trata de un delito que se considera tabú en la cultura de los hindúes, pero las estadísticas siguen en ascenso y cada vez se registran más denuncias.
EP
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