Una madre decide publicar las fotos de su hija para demostrar el error de los médicos

Tras una encefalomielitis miálgica (ME) o síndrome de fatiga severa, Merryn Crofts partió tan sólo 10 días después de cumplir 21 años con un peso mucho menor que el de una persona saludable de su edad.

ME es una enfermedad crónica con un cuadro de dificultades cognitivas del cual no se conoce con claridad sus causas.

Clare, la madre de Merryn decidió publicar la historia de su hija tras la resistencia de los médicos, lo que la llevó a realizar su propia investigación y llegar a la conclusión de que su hija tenía ME.

Tras los resultados de su investigación Clare quiso demostrar que los médicos estaban equivocados.

Cuando Merryn tenía 15 años, sus pies, manos y cara comenzaron a hincharse. Inicialmente pensaron que tenía una infección. Sin embargo, los síntomas fueron empeorando cada vez más a pesar de haber tomado antibióticos.

Después, comenzó a fatigarse severamente por lo que Clare abandonó su trabajo para convertirse en su cuidadora a tiempo completo.

Sin ninguna causa aparente, Merryn no se levantaba de su cama, siempre tenía cansancio, pasaba más horas dormida que despierta.

Era evidente que algo estaba muy mal, no era normal que Merry pasara tanto tiempo dormida después de ser una persona muy activa.

Desde que era una niña siempre fue un manojo de energía. Ella era muy activa, siempre estaba haciendo cosas. Pero después de un tiempo, ella regresaba a casa de la escuela, y se acostaba en el sofá y dormía durante seis horas».

Realmente era una situación muy difícil para la familia ver a Merry en ese estado y sin ningún diagnostico que explicara medicamente qué era lo que le estaba pasando.

La pasividad de esta joven despertó la preocupación de sus amigos y conocidos.

Al no detectar nada en los estudios que le practicaron Merry fue sometida a evaluaciones de salud mental ya que pensaron que podía tratarse de una enfermedad psicológica.

Incluso sugirieron que podría estar padeciendo un trastorno de conversión, conocido también como histeria. Sin embargo, su madre no quedó convencida, ella sabía que a su hija le pasaba algo más.

Aunque la ME ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad neurológica desde la década de 1960 los médicos dijeron que no creían en ello. Por esto, Clare se propuso demostrar a los médicos que estaban equivocados en cuanto a su diagnóstico.

Para Merry ir al hospital era una tortura, cada vez que ella entraba siempre salía peor. Padecer ME es una batalla constante porque nunca se presenta una oportunidad de recuperación, nunca hay un respiro, nunca se termina.

Ella recibía dosis masivas de ketamina y morfina para calmar sus dolores, ya que era alimentada a través de tubos digestivos.

Merryn dijo que no volvería al hospital. Ella sabía cuáles eran las consecuencias. Vivió tres meses de verdadera tortura”.

La noche en la que murió llamó a su madre a su habitación y con sus últimas palabras le advirtió que moriría.

Tengo que partir ahora”.

Lamentablemente el desconocimiento de las causas de esta enfermedad hace que no sea diagnosticada correctamente, sin embargo, es una enfermedad que afecta gradualmente el sistema inmunológico, cardiovascular y endocrino.

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Desde aquí manifestamos nuestras condolencias a esta madre que luchó sin tregua con su hija. Comparte la historia de Merryn, un ángel que alzó su vuelo para liberarse del dolor.

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