Qué bello tener el don de disfrutar los momentos que nos da la vida a cualquier edad, los mayores saben por experiencia que la alegría es una prioridad para disfrutar cada segundo, la vida es mucho más corta de lo que pensamos.
No hay nada más gratificante que ver el estallido de alegría y energía de esta dulce abuelita de 93 años, no solo realiza todos los ejercicios que le indica su entrenadora, sino que no puede dejar de reír de sí misma durante toda la sesión de entrenamiento.
Mientras hay gente que se toma muy en serio el gimnasio, esta abuelita parece tener el mejor momento de su vida.
Joana Zanin,de 18 años, hija de la entrenadora personal de la abuela publicó este vídeo en su cuenta de Twitter subtitulado: «Mi madre entrena a este chica de 93 años y es la cosa más linda que haya visto. Su risa y su sonrisa la hacen joven y es lo más lindo que haya visto”.
Los usuarios de las redes sociales no tardaron en inundar la cuenta de Twitter de Joana con mensajes expresando su admiración por la abuela alegre y atlética. Ya cuenta con más de 8,2 millones de visitas, 116.000 retweets y 336.000 me gusta.
Joana dijo a la agencia de noticias que «Solo ver su alegría y escuchar su risa me hizo apreciar las pequeñas cosas de la vida, ¡así que quería compartir eso con el mundo!»
Desde entonces la gente no puede dejar de hablar sobre cuánto aman a esta abuela.
Algunos tuvieron que admitir que esta mujer tiene más energía que ellos, otros prometieron tener hábitos más saludables, incluso que animarían a sus propios abuelos a hacer ejercicios después de haber visto el vídeo.
Las reacciones han sido increíbles, hubo quien admitió con simpatía “Una mujer de 93 años haciendo más ejercicio que yo, pero también es lo mejor que he visto”.
Alguien dijo exactamente lo que casi todo el mundo ha estado pensando con el corazón repleto de ternura: «Esto ha afectado mis sentimientos, ¿Puede ser mi abuela, por favor?».
Elizabeth Zanin, entrenadora en Anytime Fitness en Pierre, Dakota del Sur, ha estado trabajando con Helene Miller tres veces por semana durante casi dos años, se enfocan en la coordinación, la fuerza y el equilibrio.
El gimnasio donde se llevó a cabo la sesión también compartió el vídeo, afirmando: «¡Qué cosa tan hermosa! Nos encanta ver el vínculo entre nuestros entrenadores y miembros. Esto demuestra que divertirse mientras se ejercita es la clave de la felicidad».
La grabación comienza con la mujer mayor en el medio de una habitación privada en el gimnasio, la canción «Ni Tu Ni Nadie», de Moenia, comienza a sonar de fondo, para comenzar la sesión Elizabeth se acerca a ella diciéndole que marche al compás de la canción, alentándola a probar diferentes ejercicios mientras permanece sentada y comienza a reír sin poder parar durante toda la rutina de baile.
Nos ha contagiado con su risa como resultado de su propia diversión, hasta el más perezoso no puede dejar de admirarla y apartar las escusas que tenga para ponerse a trabajar.
El entrenamiento consistió en pedirle a la abuelita que hiciera diferentes tareas que incluyen movimientos de sus brazos y piernas, al finalizar, Elizabeth la felicita diciendo: «¡Dame cinco, buen trabajo!», como se esperaba, esto le provoca nuevamente un ataque de risa.
Hace unos tres años, Miller tuvo problemas de salud. Ahora, ella vive la vida al máximo, «siempre aparece con la mejor actitud», dijo Elizabeth
Miller se describe como la abuela que podría hablar sin parar de su familia, de la que se siente orgullosa, tiene dos hijos, una nuera «estupenda» y dos nietos que son su vida. Cuando no está haciendo ejercicio, de dedica a cantar en el coro de la iglesia, tocar bridge o practicar caligrafía.
De hecho, parece ir en la dirección correcta cuando se trata de descubrir el secreto de la longevidad: ejercitarse, mantenerse ocupada con distintas actividades y estar socialmente activa conectada con las personas.
Pero ella lo ve desde una perspectiva más simple: «Tengo mucha suerte».
Elizabeth espera que esto anime a más personas mayores a ir al gimnasio, explicó que a menudo los ancianos se dan por vencidos tratando de cuidarse solos, quiere que sepan que lo mejor que pueden hacer es ejercitarse. También comentó que tiene pensado lanzar un programa que ofrezca membresías en gimnasios gratis a personas mayores que no puedan pagar por su cuenta.
La entrenadora de 46 años también posee un estudio de baile en la ciudad, la academia Pierre Dance Academy, donde enseña a estudiantes desde los 2 años de edad hasta adultos. Esta particularmente contenta con el programa de becas de estudio que trata de proporcionar a niños que de otro modo no tendrían los medios financieros para tomar clases de baile.
¡No puede borrar la sonrisa de su rostro mientras baila! Una maravillosa inspiración para el alma de las personas en nombre de nuestros mayores que bien merece ser compartida con todos.