Daylín Trejo es una niña de 8 años que se ha convertido en símbolo de entereza y valentía, ella sufrió quemaduras en su cuerpo tras un trágico incidente cuando solo tenía tres meses de nacida. Como consecuencia de las graves lesiones que sufrió perdió una mano y la mitad de su cabello, pero su alegría y sus ganas de vivir han permanecido intactas.
La vida ha hecho que Daylín tenga que enfrentar las adversidades con madurez, lamentablemente desde que era muy pequeña ha vivido situaciones muy dolorosas. Su cuerpo quedó cubierto de marcas por las quemaduras de tercer grado causadas por el incendio, pero su corazón también tenía cicatrices para siempre hechas por el abandono y el rechazo de quien se supone que debería velar por ella.
Después de aquel trágico accidente donde casi pierde la vida fue abandonada por su progenitora porque presuntamente porque no podía soportar la vergüenza de su apariencia.
Su madre quiso colocar una extensión eléctrica hasta el jardín y la conectó en la habitación de la niña causando el devastador incendio. Un vecino entró a la vivienda y logró rescatar a la bebé.
María del Socorro Cervantes, la abuela de la niña declaró a los medios de comunicación que la madre de Daylín sentía mucha vergüenza de la apariencia de su hija tras el incendio. Relató que la madre de la niña al salir del hospital cambió de actitud, nunca sacaba a la bebé de la casa y cuando lo hacía le cubría el rostro y le colocaba un guante para ocultar sus lesiones.
Cuando Daylín cumplió dos años su madre la entregó a su abuela y jamás regresó a buscarla. Ella ha crecido con el dolor y la incertidumbre de saber por qué la abandonó cuando la más necesitaba, pero si le preguntan si le gustaría verla responde:
«No quiero conocerla».
La pequeña ha sido víctima de bullying, y ha reaccionado diciéndole a quienes la agreden por su apariencia que ella no eligió ser así. «Yo no desearía ser así».
Daylín no asiste a la escuela, la rechazaron argumentando que «se burlarían de ella y querían evitar su sufrimiento».
El padre de la menor estaba inmerso en una depresión muy grave desde que supo la noticia del abandono y perdió el habla. Pero se ha hecho cargo de su pequeña y le brinda todo su amor y atención.
Daylín comenta que su padre se sintió culpable por lo que pasó, y lamentaba no estar ahí para cuidarla, pero ella asegura que es inocente porque estaba trabajando.
La abuela materna se encargó de que nada le faltara a la niña que fue rechazada por su propia madre, ha tenido que trabajar para mantenerse y sacar adelante a su nieta y a su hijo enfermo.
A pesar de sus esfuerzos viven en condiciones de extrema pobreza, ellos sueñan con tener una vivienda digna donde no tengan que vivir con la angustia de ser expulsados por no pagar el alquiler.
Esperamos que muchas personas se solidaricen con esta familia que necesita ayuda, para contactarla pueden llamar a teléfono 011-52168-6131.
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